Toluca, Méx. Durante el primer trimestre de este año, la Secretaría de Seguridad del estado de México, concretó el traslado de casi mil personas privadas de su libertad, recluidas en penales mexiquenses, hacia otros centros federales de reinserción social de distintos estados del país.
Lo anterior con el objetivo de mantener el control y paz dentro de los penales de esta entidad, pero sobre todo ayudar a la despresurización de los centros preventivos que enfrentan problemas de sobrepoblación.
Los internos que fueron trasladados a penales federales representaban una amenaza para la gobernabilidad de los centros de reinserción social del estado, además de la seguridad del resto de los internos y del personal que laboran en las cárceles mexiquenses.
Como parte de esta medida se trasladaron durante los meses de enero, febrero y marzo a 995 internos, entre ellas a 85 mujeres, a diferentes penales federales.
En un comunicado de medios, la Secretaría de Seguridad detalló que “estos traslados permiten sujetar medidas de seguridad a internos que requerían de controles especiales de custodia; asimismo favorecen el respeto de los derechos humanos de la población en reclusión, mejorando las condiciones de internamiento y el pleno desarrollo de las actividades de reinserción social”.
La dependencia recalcó que cada traslado se hizo con estricto apego a la ley, además de que previamente se realiza un procedimiento en el que se analizan diferentes escenarios, entre los que destacan la situación jurídica de los sentenciados; que los perfiles no cuenten con un amparo de la justicia federal que impida su movilización, además de que se privilegia a aquellos internos que se ubican en módulos especiales de seguridad.
Aunado a ello, se verifica que los internos no padezcan alguna enfermedad crónico-degenerativa, y en cada traslado está presente personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, así como elementos de la Guardia Nacional.