Ciudad de México. “¿Democracia directa o demagogia simuladora?”, es la pregunta que abrió un debate organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, PUEDJS, de la UNAM. En la mesa participaron estudiantes universitarios a favor y en contra del proceso de revocación de mandato.
La convocatoria partió de la idea de que la universidad “no puede estar en una torre de marfil” sino “generar espacios de debate, para que trabajemos juntos por un mejor país”, según dijo el director del PUEDJS, John Ackerman.
En el debate, los estudiantes con una u otra postura aportaron sus propios argumentos, pero también repitieron los lemas y fórmulas que se han dado en la arena pública respecto de la consulta popular del próximo 10 de abril.
Desde el lado de la mesa a favor, Alfredo Ruiz, de la Facultad de Derecho, dijo que el ejercicio revocatorio “no sólo es una expresión de democracia directa, sino que atiende al concepto original de la democracia, a sus raíces históricas”. Igualmente, expresó que se trata de un “ejercicio democrático sin precedentes” rechazado por quienes se oponen “al empoderamiento del pueblo de México”.
La estudiante Aurora Solís afirmó que estamos frente a un ejercicio promovido no para la revocación, sino para la ratificación del presidente, y que en ese sentido es un “ejercicio publicitario orquestado desde un principio como un espectáculo para la población”. El resultado de este ejercicio “desnaturalizado”, siguió, permitirá al presidente “decir que la gente lo respalda”.
Diego Romero, de la Facultad de Ciencias Políticas, aseguró que vamos a un “ejercicio simulado con un presupuesto de más de mil 500 millones de pesos”, “un ejercicio demagógico y de marketing”, un “salvavidas de los escándalos que tiene hoy día” el gobierno. Romero subrayó el costo de la consulta y remató: “Prefiero miles de cajas de un medicamento oncológico que una revocación de mandato”, en alusión al desabasto de medicinas para niños con cáncer.
De la misma facultad, Katia Lara, valoró la consulta como un “ejercicio de
democracia y nuestra oportunidad para incidir directamente”, en virtud de que “éramos un pueblo que no estaba acostumbrado a participar”.
Por el lado de los estudiantes que rechazan el revocatorio, Juan Pablo Ibarra acusó al gobierno actual de usar una “estrategia propagandística basada en los principios nazis”.
Los estudiantes que respaldan la consulta reprocharon que de les calificara de “neonazis”.
Francisco Salgado, de la FES Aragón, pidió a sus contrapartes dejar de lado su “AMLOfobia” y no rechazar todo lo que hace el gobierno actual.