Ciudad de México. Gilberto Santa Rosa colmó cada alma de gozo y romanticismo en un Auditorio Nacional que se rindió a la potencia de la voz, rítmico baile, refinada presencia y música afrontillana de El Caballero de la Salsa.
El intérprete puertorriqueño, atrapó por más dos horas la atención de sus seguidores, quienes no tuvieron momento para pensar en otra cosa, solo vivieron el presente.
El baile surgió espontáneo, en la planta baja del recinto, en los pasillos centrales y laterales, los cuerpos en movimiento tomaron su propio espacio. Santa Rosa brilló, la noche del viernes, con su estilo inigualable, así como con el contagioso y alegre ritmo de la salsa.
Las trompetas, percusiones, timbal, saxofón, flauta, bongó, bajo, piano y el teclado sonaron al ritmo marcado por el boricua, quien se dijo dichoso de regresar a los conciertos presenciales, pues es "una energía insustituible".
"Qué privilegio de la vida me regala el estar con ustedes, de pisar este escenario por segunda vez y recibir tanto cariño", dijo Santa Rosa, quien se encuentra en su gira Camínalo Tour y agotó la taquilla en el coloso de Reforma; además suma 45 años de trayectoria y, en noviembre pasado, fue reconocido con el premio a la excelencia musical del Grammy Latino.
Entusiasmado recordó: "La primera vez que vine a México fue en 1989, salí para acá y mira que bonito es que desde esa vez, he venido todos los años por lo menos una vez... gracias por su cariño".
Se escucharon La agarro bajando, Conteo regresivo (acompañado con Yuri, quien lució despampanante en un largo vestido verde), Si te dijeron, Conciencia, Un montón de estrellas, Caballo viejo, Vivir sin ella, Que alguien me diga, entre otros clásicos de Santa Rosa, quien de sorpresa cantó a capella No volveré. El inmueble de Reforma, vibró. Y el músico, agradeció los aplausos -a lo largo de la noche- con reverencias, al tiempo, que daba ligeros aplausos sobre su rodilla, un sello particular del puertorriqueño ante su audiencia.
La orquesta integrada por 12 músicos -dos mujeres, entre ellos- igual ejecutaba sus instrumentos que bailaba al ritmo del boricua. Fue una fiesta, con momentos de romanticismo, pero Santa Rosa bromeó: "Cuántos de ustedes están felizmente enamorados?... voy a empezar por pedir una disculpa a los enamorados, porque la mayoría de las canciones que interpretó son para gente con el corazón roto, aunque también tengo otros temas felices. A nosotros los latinos nos gusta sufrir por amor".
El cantante puertorriqueño, tuvo que despedirse varias veces, aunque lo hizo de manera gradual, porque el público se resistía a abandonar el recinto, pero finalmente, tuvo que aceptar su retirada luego del tema Qué manera de quererte. Los asistentes estuvieron conscientes de haber cumplido su misión de disfrutar una noche con El Caballero de la Salsa.
Gilberto Santa Rosa continuará su Camínalo Tour con presentaciones el 30 de abril en Reading, Pensilvania; 2 de julio en Lima, Perú; 9 de julio en San Antonio, Texas; 27 de julio en Montevideo, Uruguay; además de Santiago, Chile; Fort Lauderdale, Florida; Glenside, Pennsylvania y Nueva York, entre otras ciudades.