Ciudad de México. Un empeoramiento en las condiciones económicas globales, agravado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, llevó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a reducir de 4.1 a 3.4 por ciento la previsión de crecimiento para este año y anticipar un repunte de 3.5 por ciento en 2023.
La previsión de la SHCP se ubica por arriba del crecimiento esperado para este año por el Banco de México (BdeM) que es de 2.4 por ciento y el de los especialistas que participan en una encuesta mensual del mismo banco central que es de 1.8 por ciento.
La dependencia actualizó este viernes su previsión sobre las principales variables económicas para este año y anticipó lo que espera en 2023 en los Precriterios generales de política económica.
Además de la revisión a la baja en el PIB, prevé una inflación más alta, de 5.5 por ciento comparada con el 3.4 por ciento que era estimado en septiembre –cuando se hizo la anterior actualización del marco macroeconómico– y realizó modificaciones en las proyecciones para la plataforma de producción y exportación de petróleo.
Hacienda espera que este año el promedio de producción de petróleo se ubique en un millón 820 mil barriles diarios; que la mezcla mexicana de exportación se sitúe en 92.9 dólares por barril y que la plataforma de exportación de crudo sea de 879 mil barriles diarios (en septiembre esperaba que estas cifras se ubicaran en un millón 826 mil barriles diarios; 55.1 dólares por barril y 979 mil barriles diarios, respectivamente).
Hacienda explicó que el cambio se debe a que la economía mundial enfrenta retos, como los desbalances entre la oferta y la demanda a raíz de la pandemia, lo cual provocó cuellos de botella y escasez de insumos industriales, así como un alza en los precios de los alimentos y las materias primas.
El conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania ha exacerbado las presiones al alza en los precios de alimentos y materias primas, al tiempo que podría generar desabastos de insumos industriales claves para la industria manufacturera y, en particular, para la producción automotriz mundial. Representa una fuente de volatilidad en el mercado financiero.
No obstante, planteó que la solidez de los fundamentos macroeconómicos de México permitirá que en 2022 la deuda pública permanezca en una trayectoria sostenible.
En este sentido, Hacienda puntualizó que se prevé que al cierre del año el déficit público –diferencia entre los ingresos y el gasto– sea de 3.1 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB).
Al mismo tiempo, anticipó que este año se tendrá un balance primario –diferencia entre los ingresos y el gasto previo al pago de la deuda– de cero, lo cual se compara favorablemente con lo previsto en septiembre del año pasado cuando la dependencia pronosticaba un déficit de 0.3 por ciento del PIB.
La Secretaría de Hacienda también considera que al cierre del año los ingresos presupuestarios sean mayores en 328 mil 752 millones de pesos respecto de lo anticipado en septiembre.