Ciudad de México. El agente del Ministerio Público abrió una carpeta de investigación por presunta trata de personas contra Carmen, una trabajadora del hogar, de 80 años, de los cuales 60 ha estado con sus empleadores, quienes la obligan a trabajar 12 horas diarias, le prohíben tener visitas y contar con un teléfono celular, y duerme en la bodega de productos de limpieza.
Se trata de la primera denuncia presentada en ese sentido, pues la explotación y la violencia laboral; así como los abusos que sufre este sector de la población, las pone en riesgo de ser víctimas de trata de personas, señalaron autoridades capitalinas.
El “Violentómetro”, que define diferentes grados de violencia y discriminación que enfrentan y lo cerca que están de condiciones de esclavitud, tiene la finalidad de que conozcan sus derechos y denuncien al 5555335533.
En el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, que se celebra este 30 de marzo, destacaron que enfrentan condiciones similares a la trata de personas, en su modalidad de explotación laboral, por lo que es necesario visibilizar esta problemática.
La dignidad de las empleadas domésticas, que 91 por ciento son mujeres con un promedio de edad de 33 años y un nivel de escolaridad primaria, es violentada desde agresiones sicológicas hasta la consumación de la esclavitud moderna, afirmaron.
El reporte “Trabajadoras del Hogar, Violencia y Riesgo de Trata” revela historias como la de Carmen o Rosa, que tiene 55 años y hace 20 años llegó de Oaxaca a la ciudad de México a realizar labores domésticas con una familia “acomodada”, como ella la llama.
Sin embargo, “no sabe lo que son vacaciones y desde que comenzó la pandemia por covid-19 no la han dejado salir de casa para evitar contagios y comparte el confinamiento que la obligan sus empleadores con otras dos compañeras de trabajo”, detallaron.
Hasta el momento, indicaron, el número de denuncias recibidas en la Línea de Seguridad 5555335533, que opera las 24 horas del día toda la semana y es confidencial, suman 20, pero, estimaron, “son muchas más quienes sufren este tipo de explotación”.
De acuerdo con estos reportes, viven con violencia sicológica, económica e incluso física o sexual; carecen de contrato y prestaciones; no tienen descanso y a veces laboran sin salario, que son condiciones equiparadas con la trata de personas, señalaron.
Al igual que “el miedo, la amenaza, condicionar los accesos a la vivienda y servicios y, ahora, la privación de la libertad por temor a que se contagien de covid”, que se suman a las agresiones que llegan a sufrir por sus patrones o personas cercanas a ellos.
La explotación que sufren es “todavía una forma silenciosa de acercarse a la trata de personas con abusos invisibilizados por empleadores que se aprovechan de su necesidad económica y el temor de las víctimas a quedarse sin empleo, solas y aisladas”, indicaron.
Comentaron que, en pleno siglo XXI se dirigen a ellas como “chachas, criada o gata”; les hacen bromas racistas o clasistas; la culpan, las ridiculizan o humillan; las controlan o prohíben hacer o tener cosas; manosean; violan, patean o cachetean; o retienen sus pagos.
El temor de quedarse sin empleo y solas, porque la mayoría carece de familia en las ciudades en donde prestan sus servicios, les impide en muchos de los casos denunciar a sus empleadores además de no conocer ante qué instancia hacerlo.
La mayoría de las trabajadoras del hogar son originarias del estado de México, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Hidalgo, Michoacán, Chiapas, Tlaxcala y Guerrero, y hay quienes empiezan a laborar desde los 14 años.
Mencionaron que, también está a su disposición la Línea y Chat Nacional contra la Trata de Personas, 800 5533 000, donde se atiende también en cuatro lenguas: náhuatl, chinanteco, mazateco y triqui.