Ciudad de México. La Campaña Nacional sin Maíz no hay País hizo un "enérgico llamado" a las autoridades en sus diferentes niveles de gobierno para que ejerzan acciones contundentes de manera pronta y expedita ante la actual crisis de precios de los alimentos.
Señaló que "el maíz supera precios jamás vistos. El mercado de abasto es incierto. En México hay producción suficiente de maíz blanco para tortillas, pues se cosechan 24 millones de toneladas cada año. El alza de precio es producto de la especulación financiera injustificada que no merecemos los mexicanos".
En un comunicado recordó que una de las prioridades de todo gobierno es cubrir las necesidades básicas de alimentación de la población y además el derecho a una alimentación sana, suficiente y de calidad está consagrado en el artículo cuarto de la Constitución.
En los últimos años se ha reducido el consumo de tortillas en México debido al precio y a la mala calidad de los productos que se añaden a su producción. "Se les ha sustituido por alimentos chatarra que han provocado una grave epidemia de obesidad y de diabetes. Estas enfermedades tienen altos costos sociales y económicos, no habrá presupuesto para salud que alcance para atenderlas".
Esta situación puede agravarse por el alza injustificada del precio del maíz y la falta de una política que regule el comercio del grano y vigile la normatividad para la producción de la tortilla. Las comercializadoras están cerrando sus puertas o condicionando la venta del grano.
Refirió que la tortilla es el principal alimento de los mexicanos, ya que proporciona en promedio cerca de 45 por ciento de las calorías, 40 por ciento de las proteínas y 50 por ciento del calcio que se requiere.
Explicó que el país produce suficiente maíz blanco para abastecer los 13 millones de toneladas anuales que se requieren para elaborar tortillas de masa de auténtico nixtamal —6.5 millones de toneladas— y para fabricar harina de maíz para tortillas, otras 6.5 millones de toneladas. El maíz que se importa es maíz amarillo, para usos industriales, entre otros alimentos procesados para aves, ganado, cerdos.
Apuntó que la crisis actual en los aumentos en el precio del maíz no responde a un problema de abasto, sino a una especulación financiera derivada de temas internacionales, que impacta el precio final del maíz, por lo tanto, difundir lo contrario representa una acción en contra de la estabilidad económica del país y de la soberanía alimentaria.
“No podemos permitir que el maíz para tortillas se emplee en la industria, el ganado y no en nuestro principal alimento. Tampoco debe tolerarse que los fabricantes de harina para tortillas utilicen maíces amarillos de mala calidad”, señaló.
Consideró urgente la creación de un organismo nacional que regule y establezca referentes comerciales nacionales basados en la oferta y demanda interna tomando como prioridad el consumo humano. “Urge que en México se produzca el maíz blanco y maíz amarillo que se requiere para cubrir las prioridades de nuestra alimentación. Es una meta que se puede alcanzar. Solo así tendremos seguridad, pero sobre todo, soberanía alimentaria”.
Además, contar con tortillas elaboradas con solo maíz de buena calidad, sin agrotóxicos y sin transgénicos, nixtamalizado exclusivamente con cal y agua, es un derecho de los mexicanos y un asunto de seguridad nacional.