Ottawa. El fabricante europeo-estadunidense de automóviles Stellantis se asociará con LG Energy Solution para fabricar baterías de vehículos eléctricos en una nueva y enorme planta en Canadá, en la mayor inversión en la historia del sector automotriz del país, informaron el miércoles responsables.
La firma conjunta se comprometió a invertir 4.100 millones de dólares para crear la fábrica en Windsor, Ontario, que proveerá baterías para una "porción significativa" de la producción de vehículos eléctricos de Stellantis en Norteamérica, detallaron las empresas en un comunicado.
LGES, con sede en Corea el Sur, anunció por separado que gastaría otros mil 400 millones de dólares para la construcción de una instalación en el estado estadunidense de Arizona, para hacer baterías de vehículos eléctricos y fabricantes de herramientas en Norteamérica.
La decisión fue impulsada por la creciente demanda de baterías recargables para vehículos en la región y herramientas eléctricas inalámbricas.
Se espera que la construcción de la planta de Canadá inicie en los próximos meses, con el objetivo de producir masivamente baterías de aquí a la segunda mitad de 2024.
La alianza con Stellantis se enmarca dentro de la estrategia canadiense de fomentar la fabricación de baterías avanzadas de iones de litio para el mercado norteamericano de vehículos eléctricos.
El ministro de Industria, Francois-Philippe Champagne, quien estuvo presente en el anuncio en Windsor, describió la fusión como "la mayor inversión jamás realizada en la historia del sector automovilístico de nuestra nación".
Anotó que Canadá es "la única nación del hemisferio occidental con la capacidad y los materiales para transformar cobalto, grafito, litio y níquel en la nueva generación de baterías necesarias para impulsar los coches eléctricos".
En un guiño a ese esfuerzo, las dos empresas dijeron que esperan que la planta "sirva de catalizador para el establecimiento de una sólida cadena de suministro de baterías en la región".
La planta, que tendrá una capacidad de producción anual superior a 45 gigavatios hora (Gwh) y empleará a dos mil 500 trabajadores, está prevista para entrar en funcionamiento en 2024.
Stellantis, nacida en enero del año pasado de la unión entre Fiat-Chrysler y Peugot, apunta a dar un giro hacia los vehículos de batería eléctrica, a medida que el endurecimiento de la normativa sobre contaminación obliga a eliminar los motores de combustión interna.