Ciudad de México. En América Latina el desempeño en escritura de quienes cursan su educación primaria (tercero y sexto grado) es mejor en el dominio textual, es decir, de vocabulario, coherencia global, concordancia oracional y cohesión textual, que en el dominio discursivo, que incluye el propósito comunicativo y adecuación a la consigna (intensión o propósito) y el género. Además, se detectó mayor dominio de la puntuación que en la ortografía, en lo que corresponde a las convenciones de legibilidad de un texto.
Al presentar los resultados de la evaluación de Escritura del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019, especialistas del Laboratorio Latinoamericano para la Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE) de la Unesco, destacaron que la prueba se funda en el análisis de los currículos de los 16 países participantes, entre ellos México, aunque no se hicieron públicos, sus resultados a nivel nacional.
Destacaron que se evaluaron tres dominios: discursivo, textual y convenciones de legibilidad. En el primero, se consideró para los alumnos de tercer grado el propósito y adecuación a la consigna, así como el género; mientras que para los estudiantes de sexto grado se incluyó también como indicador el registro. En ambos grados, el dominio textual contempló: vocabulario, coherencia global, concordancia y cohesión.
Respecto a las convenciones de legibilidad se consideraron los conocimiento de ortografía inicial, asociación entre fonema y grafema; y puntuación; para los alumnos de sexto grado se incluyó también la aplicación de normas ortográficas.
Claudia Uribe, directora de la oficina de Unesco en Chile indicó que la “escritura es una competencia altamente demandante a nivel cognitivo y, a diferencia del lenguaje oral, no se desarrolla en la mayoría de las personas de manera natural”.
Por ello, indicó, que enseñarla desde los niveles más tempranos del proceso educativo y seguirla practicando y enseñando de manera intencional a lo largo de toda la trayectoria escolar.
Hoy en día, dijo, la escritura es una de las competencias más exigidas en el entorno laboral, siendo crítica para el buen desempeño en múltiples oficios y profesiones. La escritura ayuda a pensar, a ordenar y transmitir las ideas, a interactuar con otros de manera indirecta y asincrónica, a comunicar y plasmar de manera duradera los pensamientos, reflexiones y aprendizajes, entre muchas otras funciones, por lo que consideró que el “desarrollo de altos niveles de competencia en escritura es un imperativo para todos los sistemas educativos”.