Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la tardanza con la que el Congreso de Estados Unidos ha debatido la propuesta que hizo a ese país para impulsar programas como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro en Centroamérica, en comparación con la velocidad con la que los legisladores estadunidenses aprobaron apoyos, por un monto mayor, para Ucrania.
Dicho tema fue uno de los puntos que abordó en la reunión que sostuvo la semana pasada con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, expuso este martes en su conferencia de prensa matutina.
“Nosotros lo que queremos es que se invierta. Acaban de autorizar recursos para Ucrania y está bien porque pues es su política de proteger a Ucrania, han decidido eso. Pero eso lo aprobó el congreso estadunidense creo que en dos días, y el apoyo para los hermanos centroamericanos, ya va para cuatro años y no se aprueba. De eso hablamos y no sólo es que haya trabajo en Centroamérica, sino que también tengan la posibilidad de obtener visas temporales de trabajo, ordenar el flujo migratorio, realmente cambiar la política migratoria que se ha aplicado en Estados Unidos desde hace mucho tiempo”.
Agregó: “Veía yo que lo que se aprobó para Ucrania, lo digo con mucho respeto, fue una cantidad mucho mayor que lo que se está necesitando para apoyar a los pueblos pobres de los países de Centroamérica y del Caribe”.
A la vez, recordó que está pendiente que se regularice la situación migratoria de mexicanos que trabajan y viven honradamente en ese país. “Es un compromiso que se hizo desde hace algún tiempo y no se ha cumplido. La regularización de más de 10 millones de mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos. Entonces, a ver, ¿por qué está detenida esa iniciativa en el Congreso?, ¿qué no es importante?, ¿por qué no se aprueban los recursos para Centroamérica?”
No obstante, ponderó que se mantiene una buena relación con Estados Unidos, “pero hay mucha burocracia también allá, yo creo que el elefante ese está más grande y más reumático que el de nosotros”.
Subrayó que ya no son tiempos como cuando se aplicó el plan Mérida, con el que se donaba a México helicópteros, aviones artillados, o equipos bélicos, y en cambio ahora se pide una relación de cooperación para el desarrollo.
López Obrador también respondió a las recientes declaraciones del ex fiscal general de Estados Unidos, Bill Barr, quien sostuvo que el gobierno perdió el control del país.
“Acaba de escribir un libro el que fue procurador, Barr, que fue procurador cuando el presidente Trump, y tiene un capitulo sobre la relación con México, y él defiende una postura de manera legítima, y dice que nosotros mantuvimos una postura y que fuimos muy celoso de defender nuestra soberanía y ellos fueron muy respetuosos, y hubo, y él lo cuenta, diferencias, dos políticas distintas”.
Señaló que las diferencias que se tienen, no sólo con el gobierno de Estados Unidos, sino con gente de muchas partes del mundo y con el bloque conservador de México, se simplifican con la frase de abrazos, no balazos. “Él (Barr) lo menciona, y yo puedo sostener que no se puede enfrentar el problema de la inseguridad y violencia sólo con medidas coercitivas”, insistió el mandatario.
Defendió que con esa política “estamos saliendo adelante, sin masacres, sin el mátalos en caliente”.
También refirió a los hechos de violencia que se generaron tras la detención de un ciudadano mexicano-estadounidense, en relación a la detención de Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, líder del Cartel Del Noreste.
Detalló que se realizaron algunas acciones de protección del consulado estadounidense en las que intervino la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional. “Afortunadamente todo ha vuelto a la normalidad”, afirmó el presidente.