Zacatecas. Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal Un grupo de familiares de personas desaparecidas –mujeres la mayor parte-, protestaron afuera de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), para exigir resultados al titular de la institución, Francisco Murillo Ruiseco, a quien acusaron de “estigmatizar” a muchas de las víctimas privadas ilegalmente de su libertad, “para ya no investigar los casos”.
Las mujeres pegaron carteles con las fotos de sus desaparecidos en las paredes de cristal del edificio público, y denunciaron que ésta, “es de las fiscalías más pasivas en el país, en la búsqueda de personas desaparecidas… ni siquiera ha compartido y cotejado nuestros ADNs con los demás estados, entonces digo, que es lo que está pasando, por qué nos están dando atole con el dedo ¿Porque no son sus familiares?”, señaló una de las inconformes.
¿Cuando estaba por comenzar la manifestación –frente a varios representantes de los medios de comunicación-, arribaron apresuradas al lugar Martha Berenice Vázquez González, vice fiscal “Especializada de Derechos Humanos, Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes”, acompañada de Laura Ruelas Carrillo, Directora General de Investigación y Litigación de la FGJEZ.
Ambas funcionarias abordaron al grupo de familiares e intentaron llevarles rápidamente al interior del inmueble –dijeron-, para atenderlas y “analizar caso por caso”, los expedientes de sus familiares desaparecidos, y evitar que hablaran con los medios de comunicación. Pero ahí mismo, las manifestantes las encararon.
Patricia Cardona Alba, quien tiene desaparecido a un hermano desde hace cinco años, les espetó: “Queremos ya hechos, resultados, mi desaparecido tiene cinco años, mi madre murió sin saber dónde estaba su hijo ni por qué se lo llevaron. Dicen ahora, está (el caso), en secuestros, me vale madre dónde esté, si está en desaparecidos, si está en secuestros, deben de darnos ya respuesta”.
Asimismo Cardona Alba reprochó a las funcionarias de la fiscalía el que las búsquedas de personas desaparecidas “en campo”, se realizan por las indagatorias de los propios familiares, y no por investigaciones de la dependencia: “las búsquedas son porque el colectivo tal, dio el punto, porque el otro colectivo dio otro punto, pero no hay un punto (de búsqueda), que salga de la Fiscalía, donde de verdad encontremos desaparecidos. Hay corazones que hay que llevar a casa, hay que regresarlos de cualquier manera, con vida o sin vida, pero poder regresarlos”.
Por su parte otra señora, Guillermina Camacho de la Serna –cuyo hijo secuestrado cumplirá este miércoles 23 de marzo cinco años desaparecido-, se opuso a que en la fiscalía quisieran llevarlas al interior de las oficinas, para revisar por separado, caso por caso:
“Yo no quiero que nos separen, venimos juntas. De carpetas nosotros somos cómo están las carpetas… está exactamente igual que hace 5 años. No vamos a ganar nada que nos separen a cada uno, para ‘analizar” las carpetas y ver cada caso personal, cuando cada una de nosotras sabemos que no hay avances, y ya estamos cansadas de ver carpetas”.
Camacho de la Serna remarcó, entre otras cosas, qué es evidente dijo, “sabemos que todo esto ya los rebasó. Lo que hace la Fiscalía es estigmatizar a nuestros hijos (de que podrían haber sido víctimas de desaparición, por supuestos vínculos con la delincuencia), y a partir de que son estigmatizados nuestros hijos, no se investiga más”.
“Y se lo digo públicamente al señor fiscal Francisco Murillo Ruiseco: porque él fue uno de los que el día que yo vine, estando aquí Alejandro Tello (el ex gobernador) aquí, me lo estigmatizó, a mi hijo, y no solo a mí, sino públicamente, y eso es algo que tengo un coraje con este señor. Y le dije ¿Entonces qué va a hacer?, y me dijo ‘Yo no sé qué hacer’, ¿Entonces qué haces aquí? Tiene cinco años aquí, y no funciona”.
Dos madres de desaparecidos más, encararon a las funcionarias, en público, antes de ingresar al inmueble. Una de ellas, recordó que tres años atrás, llevó a la fiscalía indicios de un lugar donde podrían encontrarse los restos de su familiar, muerto, pero hasta ahora “nadie da una respuesta.
La otra mujer señaló: “yo conozco a otra compañera madre buscadora, que tiene nueve años esperando a que le den a su hijo, qué está en el SEMEFO de Fresnillo, y todavía es hora que le dan nada”. Sorprendida una de las funcionarias del preguntó: “¿El cuerpo está ahí?’ ¡Pásele, ahorita mismo lo atendemos!”.