Ciudad de México. Las remontadas ganan partidos y, para algunos equipos como Pumas, parecen un destino inevitable. El riesgo es que no siempre ocurren. De su gran noche en los cuartos de final de la Concachampions, ante el New England Revolution, los universitarios pasaron a la derrota contra el Necaxa (1-3) en el estadio Olímpico Universitario. El común denominador es que en ambos encuentros empezaron perdiendo en el marcador y el sufrimiento, ayer, no tuvo un sabor más dulce.
El equipo de Andrés Lillini apeló de nuevo al carácter aguerrido, intrépido, que tanta satisfacción dejó en el torneo de la Concacaf para corregir su falta de juego. No se trataba de una eliminatoria, pero sí la oportunidad de romper la inercia de cuatro jornadas sin ganar en la Liga Mx, con dos derrotas incluidas. La misión imposible, sin embargo, empezó y terminó con un rival que fue superior en los 90 minutos.
Los goles de Alan Medina (20’) y Rodrigo Aguirre (28’, de penal, y 61’), más una triple atajada del portero Luis Malagón en el primer tiempo, acabaron con la garra y la mística que presumían los universitarios. El brasileño Diogo de Oliveira recortó distancias con un cabezazo, aprovechando sus 1.94m de estatura, pero ya era tarde (69’).
Sin Lillini (expulsado) ni la varita mágica de otras noches, Pumas entregó la derrota ante un viejo conocido de casa: Jaime Lozano, el hombre Hecho en CU
que hoy dirige a los Rayos. Como en su época de jugador, Lozano fue ovacionado y acompañado por su familia. También lo saludaron furbolistas y empleados del equipo felino, además de La Rebel, el principal grupo de animación auriazul, que entró tarde a la zona del pebetero debido a un minucioso proceso de vigilancia.
Tras las medidas aplicadas por la Liga Mx y la Federación Mexicana de Futbol, La Rebel inició su proceso de credencialización horas antes del juego. En sus redes sociales, la conocida barra de Pumas solicitó el registro de sus integrantes con nombre, foto, CURP e identifiación oficial para poder reunirse en la misma zona. Por medio de esa base de datos, los elementos de seguridad coordinaron su ingreso y siguieron el operativo.
A diferencia de otras noches, los cánticos sudamericanos durante el juego perdieron fuerza. El 1-3 de Diogo motivó el ¡Sí se puede!
, el ¡Cómo no te voy a querer!
y los gritos de ¡Goya!
, aunque ninguno tuvo efecto. Los cerca de 100 seguidores de los Rayos, protegidos por un cordón policial en la cabecera visitante, celebraron desde sus asientos sin provocaciones ni riesgos.
El efecto mágico de las remontadas, tan adictivo para Pumas, terminó por convertirse en su tercera derrota en fila.
El técnico del Necaxa, Jaime Lozano, reconoció que su deseo a futuro es de dirigir a los Pumas, el equipo que lo vio nacer como jugador. Todos saben la respuesta. Andrés (Lillini) ha hecho un gran papel, me encantaría que pudiera conseguir sus objetivos. Pero sí. Todo lo que pude lograr como futbolista se lo debo al club y algún día me toca-rá darle lo que me dio
.
Por su parte, Hermes Desio, auxiliar técnico de los auriazules, dijo sobre la derrota ante Necaxa: “Las remontadas no siempre se presentan, tenemos que aprender de eso. A no esperar, sino provocar los resultados. Nos gustaría que el equipo fuera siempre el del miércoles (en Concachampions), pero es imposible”.