Minatitlán, Ver. El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo hoy un llamado a los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) y a los ciudadanos en general a no permitir nunca más la corrupción en esta empresa pública para no darle pretextos a los conservadores.
“Limpiemos por completo, terminemos de limpiar la corrupción en Pemex, lo mismo en la Comisión Federal de Electricidad. No le demos ningún pretexto a los conservadores, que no tengan ninguna excusa porque estas empresas del pueblo tienen que ser ejemplo en administración honesta de los bienes del pueblo, de los bienes de la nación”, dijo durante la ceremonia por el 84 aniversario de la expropiación petrolera.
Acompañado por integrantes del gabinete, el mandatario dijo que Pemex está en un proceso de rescate luego de que durante el periodo neoliberal la saña y odio de los conservadores estuvo a punto de destruirla.
Subrayó también que a pesar de la pandemia, de la crisis económica que provocó y de la guerra de Rusia y Ucrania, que ha implicado inestabilidad en el mercado energético y aumento del petróleo y del gas, nosotros estamos saliendo adelante.
“Y en México no han subido las tarifas eléctricas ni los precios de las gasolinas, el diesel, el gas, y ello nos ayuda a frenar la inflación, a fortalecer la economía popular y a garantizar el bienestar de los mexicanos, sobre todo de los más necesitados, de los más pobres de nuestro país”, dijo.
Igualmente mencionó que el 84 aniversario de aquella gesta histórica no sólo nos encuentra y debemos sentirnos orgullosos; en pleno rescate de nuestra industria petrolera sino también en una lucha por recuperar el control de la nación sobre la industria eléctrica.
Aquí el mensaje del presidente López Obrador:
Hoy es un día propicio para reafirmar nuestro compromiso de rescatar la industria petrolera del abandono, de la corrupción que estuvo a punto de destruirla durante el periodo neoliberal, con una irresponsabilidad bárbara.
Desde los años ochenta del siglo pasado se optó por extraer petróleo de manera irracional, se sobre explotaron yacimientos como Cantarel, se dejaron de construir refinerías y se dejó sin mantenimiento a las existentes, se desmanteló por completo la industria petroquímica y como resultado de esta deliberada acción destructiva nos convertimos en importadores de gasolinas, diesel, gas y otros derivados del petróleo.
Esta saña se explica por la enfermiza corrupción que prevalecía y también por el odio dogmático del conservadurismo hacia el sector público, hacia la propiedad que es de todas y todos.
Afortunadamente, aunque avanzó la privatización y el despojo, con la llegada de nuestro gobierno estamos poniendo un alto al saqueo y levantando con los trabajadores y técnicos de Pemex la importante industria petrolera nacional.
Entre los logros obtenidos en poco más de tres años destaco los siguientes, como aquí lo expresó Octavio Romero, director de Pemex: luego de 14 años de pérdida continuas de producción, ahora ya estamos aumentando la extracción de petróleo.
Desde que llegamos al gobierno, hemos aumentado nuestra capacidad de refinación, como también aquí se informó; las importaciones de combustibles han disminuido en un 45 por ciento en tres años.
Esto ha sido posible porque se han rehabilitado las seis refinerías, se compró la Deer Park de Texas, y en julio de este año estará en operaciones la nueva refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, y con la terminación de la coquizadora de Tula, el año próximo seremos autosuficientes en gasolina, diesel y turbosinas.
A pesar de la pandemia, de la crisis económica que provocó y de la guerra de Rusia y Ucrania, que ha implicado inestabilidad en el mercado energético y aumento del petróleo y del gas, nosotros estamos saliendo adelante. Y en México no han subido las tarifas eléctricas ni los precios de las gasolinas, el diesel, el gas, y ello nos ayuda a frenar la inflación, a fortalecer la economía popular y a garantizar el bienestar de los mexicanos, sobre todo de los más necesitados, de los más pobres de nuestro país.
Amigos y amigos, siempre he admirado a tres presidentes de México, Benito Juárez, Francisco I. Madero, y al general Lázaro Cárdenas del Río.
El primero encarna el patriotismo, el segundo la democracia y el tercero, la justicia.
El general Cárdenas no se equivocó al nacionalizar el petróleo para convertirlo en palanca del desarrollo nacional, nosotros tenemos que seguir su ejemplo y no permitir que intereses particulares, nacionales o extranjeros, se apoderen de lo que es del pueblo, de lo que es de la nación.
El 84 aniversario de aquella gesta histórica no sólo nos encuentra y debemos sentirnos orgullosos; en pleno rescate de nuestra industria petrolera sino también en una lucha por recuperar el control de la nación sobre la industria eléctrica, tanto para garantizar la soberanía energética del país, como para tener un abasto de electricidad estable, confiable y a precios justos, a salvo de circunstancias terribles como las que se han presentado en Texas y las que se viven en España como consecuencia de las privatizaciones salvajes de la industria eléctrica.
Recordemos que la Comisión Federal de Electricidad fue fundada por el presidente Cárdenas para llevar la electricidad de los hogares de los más pobres, esos hogares que a las empresas privadas no les interesaba aprender porque consideraban que no era negocio y que se verían incapacitados para pagar el recibo de la luz si la nación no recobra el control del sistema eléctrico nacional.
Sigamos rescatando la industria eléctrica y la petrolera.
En cuanto a la industria petrolera no permitamos nunca más la corrupción en Pemex; limpiemos por completo, terminemos de limpiar la corrupción en Pemex, lo mismo en la Comisión Federal de Electricidad.
No le demos ningún pretexto a los conservadores, que no tengan ninguna excusa porque estas empresas del pueblo tienen que ser ejemplo en administración honesta de los bienes del pueblo, de los bienes de la nación.
Cuidemos el medio ambiente, extraigamos del subsuelo sólo el petróleo que necesitamos para abastecer el mercado interno, no sigamos vendiendo petróleo crudo y comprando combustibles en el extranjero, refinemos toda nuestra materia prima, evitemos la quema del gas y cuidemos estos recursos no renovables que entregaremos a las futuras generaciones de mexicanos, a nuestros hijos, a nuestros nietos.
¡Que viva la expropiación petrolera! ¡Que viva el general Lázaro Cárdenas del Río!
¡Viva México, viva México, viva México!