Buenos Aires. El Senado debatía la noche de este miércoles el proyecto de ley del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el refinanciamiento de la deuda de más de 44 mil millones de dólares contraída en 2018 por la administración de Mauricio Macri, en una sesión inagurada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que se espera se extienda hasta la madrugada del jueves.
El debate se desarrollaba en un marco de fuertes tensiones en el oficialista Frente de Todos (FdT), mientras que otra vez en las calles aledañas al Congreso militantes de organizaciones sociales y de los movimientos y partidos trostkistas protestaban contra el FMI y la política gubernamental.
La iniciativa fue aprobada por la Cámara de Diputados la semana pasada y Fernández de Kirchner se retiró después de inaugurar la sesión. La conducción del debate está a cargo de la presidenta provisional, la senadora Claudia Ledesma Abdala y se estima que se obtendrá la aprobación con el voto opositor.
Senadoras oficialistas y opositoras se solidarizaron con Fernández de Kirchner por el ataque contra su despacho durante los incidentes ocurridos la semana pasada en una manifestación contra el FMI en las afueras del Congreso.
La senadora oficialista Silvia Sapag habló de un "ataque artero" a la vicepresidenta, "a lo que ella representa y a la institución y a la democracia" y repudió "a quienes organizaron y ejecutaron" las agresiones.
La opositora Carmen Álvarez Rivero manifestó su solidaridad con Fernández de Kirchner al igual que la también opositora Silvia Giacopo, quien manifestó su fuerte rechazo a la agresión al recordar que viene de un partido como el “radicalismo donde son bases la tolerancia a las ideas y el respecto al que piensa diferente. Nacimos de la discusión y del debate", sostuvo.
Estas agresiones fueron protagonizadas por un grupo que apedreó las ventanas de la oficina de la vicepresidenta en el Congreso destrozando los vidrios, y parte del mobiliario y poniendo en peligro la vida de la ex mandataria, su hijo el diputado Máximo Kirchner y otros dos legisladores con los que estaban reunidos.
Se estableció que las ventanas de las oficinas de Fernández de Kirchner fueron previamente pintadas con marcas rojas, lo que permitió que el grupo disparara piedras con certeza en una acción premeditada incluso sacando las piedras de un container en esa esquina, lo que es responsabilidad del gobierno opositor de la ciudad de Buenos Aires, que tampoco había puesto seguridad alrededor del edificio, ni vallado aunque se sabía que podían registrarse incidentes. Es decir se dejó territorio liberado y ya hay detenidos en esta investigación.
Por su parte, el senador oficialista Ricardo Guerra, presidente de la Comisión de Presupuesto acusó al gobierno de Macri de haber especulado políticamente de su vínculo con las autoridades del FMI, en este caso la ex titular Christine Lagarde, quien violó las propias normas de esa organización internacional para hacer el préstamo de 54 mil millones de dólares.
Destacó el senador la difícil situación que vive la administración de Alberto Fernández, a quien le fue entregado un país en virtual default, a lo que se añadió la pandemia del covid-19. "Podremos dejar atrás el momento más difícil y complejo de la herencia recibida", dijo Guerra y recordó que este debate se produce en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Entra las exposiciones se destacó la de María Eugenia Catalfamo, senadora del oficialismo, quien advirtió que se trata de una deuda que contrajo el gobierno de Macri, destacando que “no se construyó nada que se asemeje a mejorar la calidad de vida del pueblo argentino con este dinero, que fue usado para mantener viva la especulación financiera y la posterior fuga de capitales"
La senadora del FdT, María Inés Pilatti Vergara anticipó que rechazaría el acuerdo, porque va a prolongar la “agonía y que el default (cesación de pago) lo vamos a sufrir tarde o temprano. (…) todos sabemos lo que son las imposiciones del FMI que no es otra cosa que tremendos ajustes" y en este caso es una estafa premeditada" del gobierno de Macri.
"El FMI otorgó un préstamo por encima de lo que sus estatutos le posibilitaban otorgar a nuestro país. El pueblo argentino nunca fue amigo de estas instituciones", añadió.
Previamente el vocero del FMI, Gerry Rice, en conferencia de prensa en Washington sostuvo que “ nuestro punto de vista es que un amplio apoyo político y social en Argentina será crítico para el éxito general del programa económico. Una amplia aceptación del propio programa es clave”, dijo y reiteró que el FMI nunca exigió que el acuerdo sea aprobado por el Congreso defendiendo el programa económico elaborado por las autoridades argentinas que calificó de “pragmático y realista”.
Agregó que “Argentina está siendo afectada por la guerra en la suba de precios” y que el FMI está evaluando el impacto de esta suba de precios pero el impacto dependerá finalmente de la duración de la guerra”.
Sin embargo la mayor preocupación es lo que se perfila como una crisis dentro del FdT, con dos definidas posiciones que se enfrentan poniendo un interrogante, a lo que se añade el descontento por la política exterior del gobierno de Alberto Fernández, al que algunos sectores demandan por no haber establecido una posición de neutralidad sobre los sucesos entre Rusia y Ucrania, la Organización del Tratado del Atlántico Norte y Estados Unidos.