Washington. Un fármaco contra la malaria podría combatir los cánceres de cabeza y cuello resistentes a la quimioterapia. Un equipo de expertos sugiere que la hidroxicloroquina podría emplearse en esos pacientes.
Los hallazgos, publicados en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias, por científicos de la Universidad de Pittsburgh y del Centro Oncológico Hillman UPMC, en Estados Unidos, allanan el camino para un ensayo clínico que combina cisplatino e hidroxicloroquina a fin de tratar esos males.
Según lo publicado, el fármaco inhibe las vías que impulsan la resistencia al agente quimioterapéutico cisplatino, medicamento muy importante, pero la resistencia de los tumores al mismo es un gran problema.
Investigaciones anteriores demostraron que la proteína TMEM16A está relacionada con la resistencia al cisplatino en los tumores de los pacientes.
La sobrexpresión de esta proteína, que se da en cerca de 30 por ciento de los cánceres de cabeza y cuello, también se asocia a una menor supervivencia, puntualiza la fuente.
Umamaheswar Duvvuri, cirujano de cabeza y cuello del Centro Oncológico Hillman del UPMC y profesor de otorrinolaringología en la Facultad de Medicina de Pitt, y principal coautor del trabajo, señaló que su laboratorio está interesado en comprender los mecanismos de resistencia para poder encontrar mejores formas de tratar a esos pacientes.
La TMEM16A pertenece a un grupo de proteínas denominadas canales iónicos, que se sitúan en la envoltura externa de la célula, proporcionan una vía de paso a los iones de cloruro. Siempre ha sido un rompecabezas saber por qué un canal iónico se regula al alza en el cáncer. Esta investigación proporciona pistas importantes para resolverlo
, destacó.
El nuevo estudio sugiere que el TMEM16A promueve la expulsión del cisplatino en los compartimentos celulares llamados lisosomas. En una célula sana, estos últimos actúan como un sistema de reciclaje y eliminación de residuos, descomponiendo moléculas para su reutilización y expulsando los detritus celulares.
En los tumores que sobrexpresan la TMEM16A, ésta impulsa una nueva vía de señalización, potenciando la producción de lisosomas, que secuestran y expulsan el cisplatino de la célula, según la primera autora, Avani Vyas, asociada posdoctoral en Pitt.
Demostramos que las células cancerosas tienen un mecanismo activo para desechar los fármacos quimioterapéuticos. Después de diseccionar este proceso a nivel fundamental e identificar TMEM16A como un nodo crítico, el siguiente paso fue probar si la interrupción de este proceso con hidroxicloroquina podría tener un potencial traslacional
, agregó el coautor Kirill Kiselyov, doctor y profesor asociado de ciencias biológicas en Pitt.
La hidroxicloroquina es un agente antipalúdico que inhibe la función lisosomal. Para evaluar su potencial en el tratamiento de cánceres resistentes al cisplatino, el equipo implantó primero células cancerosas humanas en la membrana que rodea al embrión en huevos de gallina fertilizados.
Comprobaron que los huevos tratados con hidroxicloroquina y cisplatino presentaban mayor muerte de las células tumorales que los tratados sólo con cisplatino.
Asimismo, en ratones con tumores derivados de células cancerosas humanas resistentes al cisplatino, la combinación de hidroxicloroquina y cisplatino ralentizó el crecimiento más que cualquiera de los dos compuestos por separado.