Cajeme, Son. La Fiscalía General de Justicia en Sonora (FGJE) informó que investiga la desaparición de la madre rastreadora Angélica Janeth Armenta Quintero, tras salir en búsqueda de su hijo Yahir Caro, en Cajeme; no obstante, sus compañeras hicieron pública su desaparición desde el jueves pasado, la Fiscalía inició su rastreo hasta “este 14 de marzo” con el argumento de que en esa fecha “recibió la denuncia correspondiente”.
El colectivo “Madres Buscadoras de Sonora” reportó la desaparición de su compañera el viernes 11 de marzo, pues no se sabe nada de ella, ni ha vuelto a su casa ubicada en la colonia Villa Bonita, de Cajeme —el municipio más violento de esta entidad, según el Secretariado de Seguridad Pública— , quien fue vista por última vez cuando salió a buscar a su hijo, víctima de desaparición forzada, un día antes.
Al respecto, la Fiscalía agregó en un hilo de Twitter que “al revisar nuestras bases de datos, no se encontró denuncia ni reporte de que Angélica Janeth, tuviera algún hijo desaparecido. Se mantienen las investigaciones”.
En tanto, familiares resaltaron que Angélica Janeth no deja solo a su otro hijo en condiciones de discapacidad. Por ello, el grupo civil de búsqueda denunció su no regreso a casa; al tiempo que pusieron a disposición de la ciudadanía el número telefónico 6623415616 para recibir cualquier reporte que dé indicios para dar con el paradero de la activista.
En entrevista para La Jornada, Cecilia Patricia Flores Armenta, líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, comentó que desde hace unas semanas Angélica Janeth se integró al grupo para buscar a su hijo, quien al momento de desaparecer vestía un pantalón de mezclilla, blusa negra y tenis negros.
En Sonora se han formado 12 colectivos para rastrear el desierto en busca de sus seres queridos desaparecidos. Desde 2018 a la fecha se han reportado más 8 mil personas extraviadas en los municipios de Sonora y se han localizado al menos 700 fosas clandestinas.
En julio de 2021 Gladys Aranza Ramos Gurrola, de 28 años, perteneciente a otro colectivo, “Guerreras Buscadoras de Sonora”, fue privada de la libertad y asesinada por un grupo de hombres armados. Fue encontrada sin vida y con signos de violencia en un predio del Ejido Ortiz, zona rural del municipio de Guaymas.