Cabo Cañaveral y Moscú. El astronauta estadunidense Mark Vande Hei ha superado casi un año en el espacio, pero se enfrenta a lo que podría ser su tarea más complicada hasta la fecha: llevar una cápsula rusa de regreso a la Tierra en un momento en que se intensifican las tensiones entre los países.
La NASA insiste en que los planes para regresar a Vande Hei al final del mes se mantienen inalterados, incluso cuando la invasión de Rusia en Ucrania ha provocado que se cancelen lanzamientos y contratos, y una guerra dialéctica por parte del intransigente líder de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos). Muchos se preocupan de que Dmitry Rogozin arriesgue décadas de alianza espacial pacífica, principalmente en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Por su parte, la agencia espacial rusa Roscosmos desmintió los rumores de que supuestamente no traería de vuelta a la Tierra a Vande Hei.
En medio de la pugna geopolítica entre Washington y Moscú por Ucrania, varios medios de comunicación estadunidenses afirmaron que Roscosmos podría dejar varado a Vande Hei, uno de los cuatro astronautas de Estados Unidos que permanecen en la central.
“Roscosmos nunca dio motivos para dudar de su reputación de socio fiable (...) El astronauta estadunidense regresará a la Tierra el 30 de marzo a bordo de la nave Soyuz MS-19 junto con Antón Shkaplérov y Piotr Dubrov”, indicó la agencia en un comunicado.
Recalcó que la seguridad de los tripulantes de la plataforma orbital es su prioridad. Vande Hei –quien el martes superará el récord de vuelo espacial continuo de Estados Unidos de 340 días– tiene programado aterrizar en Kazajistán. Para entonces, el astronauta habrá registrado 355 días en el espacio, récord de Estados Unidos. Rusia mantiene el récord mundial con 438 días continuos.
El astronauta retirado de la NASA Scott Kelly, el estadunidense que hasta el martes mantendrá el récord, está entre quienes discuten con Rogozin, aliado del presidente de Vladimir Putin. Enfurecido por lo que sucede en Ucrania, el astronauta regresó su medalla rusa por exploración espacial en la embajada de Rusia en Washington.
A pesar del conflicto, Kelly considera que ambas partes pueden mantenerse unidas
en el espacio.
Necesitamos que se ponga un ejemplo de que dos países que históricamente no han estado en los términos más amigables todavía pueden trabajar en algún lugar pacíficamente. Ese lugar es la EEI. Debemos luchar por eso
, señaló a The Associated Press.
La NASA quiere que la estación siga operando hasta 2030, al igual que las agencias espaciales europea, japonesa y canadiense, mientras los rusos todavía no se han comprometido más allá de la fecha de término original de 2024 o por ahí.
Estados Unidos y Rusia son los principales operadores de la estación orbital, que lleva 21 años ocupada de forma permanente. Hasta que la empresa SpaceX empezó a enviar a astronautas al espacio en 2020, los estadunidenses con frecuencia los mandaban en cápsulas rusas Soyuz con un costo de millones de dólares por asiento.
Las agencias espaciales estadunidense y rusa todavía trabajan en un sistema de intercambio a largo plazo en el que, a principios de este otoño, un ruso sería enviado en una cápsula de SpaceX y un estadunidense en una Soyuz. Eso ayudaría a asegurar que en todo momento hay presencia estadunidense y rusa en la estación.
Vande Hei llegó a la EEI en abril de 2021 en la nave Soyuz MS-18 con Dubrov y Oleg Novitski, otro cosmonauta ruso.
El espacio es uno de los últimos campos de cooperación entre Rusia y Estados Unidos.
A principios de marzo, Roscosmos anunció su intención de dar prioridad a la construcción de satélites militares, debido al aislamiento creciente de Rusia por el conflicto. También informó que su país no suministraría más a Estados Unidos motores para sus cohetes Atlas y Antares.
Que los manden al espacio en sus escobas
, comentó.