Ciudad de México. El Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado, señaló que los efectos de la crisis sanitaria de covid-19, provocaron aumento en la brecha de desigualdad, tanto entre los países, como entre las personas y, además mostró las debilidades de los sistemas de salud y de protección social a los grupos más vulnerables.
El estudio “Aspecto de la desigualdad por la pandemia”, elaborado por la investigadora María Cristina Sánchez Ramírez, refiere que en el desarrollo de la emergencia surgieron daños a la salud, rezagos educativos, violencia familiar y pérdida de empleos.
Los efectos de la crisis sanitaria causada por la pandemia de Covid-19, es el aumento en la brecha de desigualdad, tanto entre los países como entre las personas, pero también mostró las debilidades de los sistemas de salud y de protección social a los más vulnerables como los pobres, las mujeres, los niños, niñas, adolescentes, los jóvenes y los trabajadores informales, se resalta en la investigación.
Destaca la investigadora Sánchez Ramírez que, en el desarrollo de la emergencia sanitaria surgieron los riesgos y daños a la salud mental; rezagos educativos; violencia familiar; pérdida de empleos, entre otros fenómenos que han afectado a los grupos más vulnerables.
Refiere que la CEPAL estima que tan solo en América Latina y el Caribe la pobreza y la pobreza extrema podrían haber aumentado en 33.7 por ciento y el 12.5 por ciento, lo que equivaldría a 209 millones y 78 millones de personas, respectivamente.
En tanto, apunta, la CEPAL y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estiman que los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza monetaria podría incrementarse 7.6 por ciento y afectaría al 51 por ciento de esa población.
El estudio del IBD, señala que otro efecto de la pandemia es la inflación, un fenómeno que afecta sobre todo a los grupos más vulnerables de la sociedad .
De acuerdo con el Banco Mundial, el aumento de la inflación en América Latina es un factor que aumenta la desigualdad económica y es un reflejo de la demanda asociada con la reapertura económica; aumento de los precios mundiales de los alimentos y la energía; interrupciones en la producción de electricidad en parte de la región; y, traspaso de la depreciación de la moneda y grandes aumentos en la oferta monetaria.
El documento del Instituto concluye que la crisis ocasionada por el Covid-19 abre una oportunidad para que los países emergentes fortalezcan los sistemas de salud y de protección social, además de implementar medidas de prevención, en caso de que suceda otra crisis sanitaria o por el cambio climático.