Bucarest. El segundo vuelo de la Misión Rescate aterrizó ayer en esta capital para repatriar a unas 60 personas (entre mexicanos y sus parejas e hijos ucranios) que han logrado salir de la zona de conflicto en Ucrania.
Se trata de la segunda aeronave dispuesta por el gobierno mexicano para repatriar a connacionales que de manera voluntaria deseen regresar a México debido a la crisis que enfrenta el país eslavo a causa de la invasión rusa, que ayer sumaba el día 16 de operaciones.
En el avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) se envió, además, ayuda humanitaria consistente en 1.5 toneladas entre colchonetas y cobertores térmicos, que se donaron al gobierno de Rumania a fin de que se usen en los albergues asentados en su territorio para miles de refugiados.
En las redes sociales, el canciller Marcelo Ebrard agradeció a la FAM su apoyo para la Misión Rescate.
El vuelo salió la mañana del viernes de la Ciudad de México y tras unas 18 horas de viaje, con dos escalas para recarga de combustible, llegó a Bucarest, donde ya espera para repatriar a los connacionales
La segunda Misión Rescate –encabezada por la FAM y personal de la cancillería– estará en esta capital hasta el martes, cuando se prevé regrese a México con alrededor de 60 personas, entre paisanos, sus familias e incluso ciudadanos de otras naciones de América Latina que residían en Ucrania y huyeron a causa de la guerra.
Así lo informaron los embajadores de México en Ucrania, Olga García Guillén, y en Rumania, Guillermo Ordorica Robles.
En una atropellada conferencia de prensa en la sala de llegadas del Aeropuerto Internacional de Bucarest-Henri Coandă, los diplomáticos aclararon que la cifra podría variar, pues muchas personas aún analizan si se quedarán en Europa del Este o regresarán a nuestro país.
La embajadora García Guillén detalló que, además, se tiene conocimiento de que en Ucrania aún hay al menos 30 mexicanos que por razones personales
han decidido permanecer en ese país pese a los riesgos por la invasión rusa.
La mayoría, agregó, son mujeres que han preferido acompañar a sus compañeros o esposos ucranios que han sido llamados a combate por sus autoridades (hombres de 18 a 60 años).