San Cristóbal de Las Casas, Chis. Las asistentes al segundo encuentro latinoamericano de bordadoras y tejedoras, opinaron que la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, publicada el 17 de enero de 2022 en el Diario Oficial de la Federación, es “imperfecta, incompleta, difícil de entender y burocratiza los procesos”.
En un pronunciamiento leído en conferencia de prensa este viernes, al término de la reunión de tres días realizada en San Cristóbal, manifestaron que la ley “no responde a las necesidades reales de los pueblos porque se hizo deprisa y no se recogieron las opiniones de los pueblos indígenas y afromexicanos, por lo que pedimos que se abra un proceso para retomarla”.
No obstante, reconocieron que la legislación representa “un avance y puede significar un marco jurídico que contribuya a la defensa del patrimonio cultural, material e inmaterial que nuestros pueblos y en especial las mujeres hemos aportado desde nuestros saberes, nuestra cosmovisión y la expresión cultural que heredamos de nuestras y nuestros antepasados”.
El objetivo del encuentro, que congregó a mujeres de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Baja California, Michoacán, Puebla, Ciudad de México, Quintana Roo y Campeche, así como de Guatemala y Colombia, fue conocer y discutir los avances en la defensa del patrimonio cultural de los pueblos originarios y afrodescendientes.
Las participantes, que están agrupadas en más de 30 organizaciones, consideraron que se requiere avanzar en la defensa los derechos de los pueblos originarios, por lo que pidieron “que a esta ley se le incorporen leyes secundarias, protocolos y procedimientos que contribuyan a que las mujeres tejedoras, bordadoras y creadoras de otras expresiones culturales accedan de manera ágil, sencilla y no burocrática para la protección y respeto de sus obras”.
Así también demandaron que esta ley sea difundida “y las que de ella emanen tanto a las instituciones gubernamentales, a las autoridades municipales, agrarias y comunitarias, no solo para su conocimiento sino para su correcta aplicación respetando ante todo el derecho de las mujeres a un trato digno”.
Asimismo, denunciaron “las malas prácticas como el plagio, el folclorismo”, que se llevan a cabo en pasarelasy el robo de “nuestros saberes y conocimientos”.
Finalmente, pidieron que el tema del Registro Nacional del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, se revise conjuntamente con los pueblos o comunidades, y sean ellos quienes determinen su implementación, al tiempo de plantear que la nueva denominación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas se modifique y sea nombrado como Instituto Nacional de Pueblos Originarios y Afromexicanos.