Irpín, a unos 25 kilómetros al noroeste de la capital, ha sido escenario de intensos combates en los últimos días. El ejército ruso se está acercando a Kiev, donde vivían unos 3.4 millones de personas antes de que la invasión provocara un éxodo de civiles.
Los residentes de Irpín corrían por las aceras agarrando a sus hijos, su equipaje y sus mascotas mientras se dirigían a los autobuses y autos que debían alejarles de los enfrentamientos.
Los soldados y otros residentes ayudaron a los hombres y mujeres mayores que se quedaban atrás. Algunas personas se agacharon cuando se produjeron explosiones en las inmediaciones, aparentemente por disparos de mortero.
Los reporteros de Reuters no presenciaron víctimas en el bombardeo, pero varios medios de comunicación dijeron que fallecieron al menos tres personas: una mujer y dos niños.
The New York Times publicó una fotografía de cuatro miembros de una familia -una madre, un padre y dos hijos- tendidos en el suelo en Irpín. El pie de foto decía que estaban tratando de huir cuando les alcanzó un mortero, y que el padre, que está siendo atendido por soldados ucranianos en la imagen, era el único que aún tenía pulso. Reuters no pudo verificar de forma independiente lo sucedido.
La invasión rusa de Ucrania ha llevado a más de 1,5 millones de personas a huir a los países vecinos, en la crisis de refugiados que más rápido ha crecido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, dijo el domingo el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.
Otros millones de desplazados internos intentan llegar a la relativa seguridad del oeste de Ucrania.