Zacatecas, Zac. Cuatro hijos pequeños y su esposa le sobreviven a Juan Carlos Muñiz Hernández, el reportero de 36 años de edad asesinado a tiros el pasado viernes en la ciudad de Fresnillo, quien este domingo fue despedido por sus familiares, compañeros y amigos, que con indignación y dolor, exigieron justicia ante el féretro con su cadáver, al concluir la misa de cuerpo presente en el templo de la Divina Providencia.
“Ni silencio ni olvido”; “Justicia para Juan Carlos Muñiz”; “Alto a la violencia, no más periodistas asesinados”; “Somos prensa, no disparen” y “No se mata a la verdad, matando periodistas”, fueron algunas de las consignas de los colegas que se manifestaron en el atrio del templo católico.
A la misa del periodista asesinado acudió Hermelio Camarillo Conde, propietario del portal Multimedios Testigo Minero, quien además es director del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión (SIZART), el órgano de difusión del gobierno de David Monreal Ávila. Pero el funcionario se retiró de inmediato, evitando dar entrevistas a reporteros de medios locales y nacionales, presentes en el lugar.
Además de ser reportero de tiempo completo para el portal de noticias de Testigo Minero, de día y de noche, –mientras paralelamente se desempeñaba como taxista, a bordo de la unidad número 176, para completar el ingreso familiar-, Rigo, como se le conocía por su apodo, realizaba eventualmente colaboraciones radiales para estaciones de la ciudad de Fresnillo, del grupo B-15, así como de Radio Zacatecas 97.9 FM, del SIZART.
A Juan Carlos Muñiz Hernández le sobreviven dos niñas, de 14 y 12 años de edad, y dos niños, de 2 años uno y 10 meses el otro. Sus padres, hermanas y hermanos, así como ex compañeros del cuerpo de Bomberos de Fresnillo, y una veintena de reporteros de la ciudad de Fresnillo y algunos de la ciudad de Zacatecas, acudieron a la misa fúnebre.
Sobre el homicidio de este periodista, la Fiscalía General de Justicia del Estado, que encabeza Francisco Murillo Ruiseco, no ha emitido nueva información con avances sobre la investigación de este ataque, desde que la tarde del viernes, emitió un escueto informe preliminar, de sólo dos párrafos, en el que no se menciona al periodista por su nombre.
En ese comunicado, Murillo Ruiseco informó que “se ha iniciado la carpeta de investigación con la perspectiva diferenciada que dicta el Protocolo Homologado de Investigación de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión”.
También informó el fiscal zacatecano qué, “se ha establecido comunicación directa con el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación”.
Por otra parte, María de la Luz Domínguez Campos, titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ), emitió un boletín de prensa donde expresó que ese organismo “lamenta, reprueba y condena el asesinato del compañero reportero Juan Carlos”.
“Ante este hecho tan lamentable, la titular de la CDHEZ solicita de manera enérgica a la Fiscalía General de Justicia del Estado se realice una investigación con debida diligencia, pronta y expedita, para que esclarezcan los hechos, se identifique de manera inmediata al o los responsables de tan atroz hecho”.
Domínguez Campos además exigió a las autoridades estatales, que “garanticen las condiciones necesarias para que los y las periodistas, así como a las y los comunicadores, se les garantice la protección de su vida, integridad personal, seguridad y libertad de expresión que permita el ejercicio de su labor informativa”.
Incluso la titular de la CEDHZ demandó a las autoridades de Zacatecas para que “se implemente de manera inmediata un Mecanismo de Protección a Periodistas, en donde se establezca las garantías de seguridad y las medidas preventivas y medidas urgentes de protección para los y las integrantes del gremio periodístico”.
La media tarde de este domingo 06 de marzo, al concluir la misa de cuerpo presente en el templo ubicado en la colonia El Palomar, de la ciudad de Fresnillo, una carroza fúnebre y una caravana de vehículos con sus familiares y amigos, salieron rumbo a la comunidad rural de Cantuna, municipio de Saín Alto –lugar de origen de sus padres-, al norte de Zacatecas, donde ésta tarde fue sepultado en el panteón del lugar.