Xalapa, Ver. A cien años de la Lucha Inquilinaria (1922) en el puerto de Veracruz, continúan vigente su principal demanda: el derecho a una vivienda digna. Esa fue la conclusión de académicos, activistas y defensores de derechos humanos, que participaron en la mesa Jornada por los 100 años de la Lucha Inquilinaria, organizada por la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales.
María Teresa Carbajal Vázquez, representante del Barzón de Resistencia Civil A.C, explicó que las condiciones actuales para quien desea una vivienda digna son tan adversa como lo fueron en tiempos de Herón Proal, dirigente del Movimiento Inquilinario, si se considera que para hacerse de una vivienda los mexicanos tienen que enfrentarse a una banca usurera, la falta de programas para hacerse de un patrimonio e instituciones como el Infonavit que privilegian a inmobiliarias antes que a los trabajadores.
“Quienes desean tener acceso a una vivienda digna se enfrentan a “una banca usurera que te llega a cobrar hasta en el 500, 800 por ciento el valor de una vivienda. Vivimos una cadena perpetua por pagar una deuda por seguir el sueño de tener casa propia, terminamos empeñando hasta el alma”.
Carbajal Vázquez dijo que, de acuerdo con datos oficiales, en México el 56.90 por ciento de los hogares mexicanos, es decir 20.9 millones de hogares, tienen una deuda, de los cuales, 4.2 millones tienen una deuda hipotecaria, “y si hablamos de una deuda hipotecaria hablamos de una deuda que se generó por querer acceder a una vivienda”
La defensora de los derechos de usuarios crediticios señaló que “el tema inquilinario va de la mano con la idea de tener un espacio digno para vivir, eso es lo que demandaban la gente que lideraba Herón Proal, este movimiento en el puerto de Veracruz puso por primera vez de relieve este derecho que no estaba satisfecho”.
Carbajal Vázquez explicó, “en el país de 35.3 millones de vivienda particulares habitadas, “únicamente el 57.1 por ciento son propias y están pagadas, y el resto 16.4 por ciento son viviendas rentadas, y 14.2 por ciento son prestadas por familiares, amistades o por el trabajo, 10.7 por ciento son propias pero siguen pagándose, y 1.7 por ciento están en otra situación.
La representante del representante del Barzón enfatizó que de 5.8 millones de vivienda rentadas en el país, solo 54 por ciento tienen un contacto de renta vigente, “y la razón principal por la cual las personas se encuentran en una vivienda rentada es porque no tienen acceso a créditos”.
Apuntó que quienes desean tener acceso a una vivienda se enfrentan a “una banca usurera que te llega a cobrar hasta en el 500, 600 u 800 por ciento el valor de una vivienda. Vivimos una cadena perpetua por pagar una deud,a por seguir el sueño de tener casa propia, y a veces terminamos empeñando hasta el alma”.
Carbajal Vázquez dijo que si se hace un balance de los resultados que ofrecen el Fovissste y el Infonavit, dos instituciones públicas para promover el acceso a la vivienda, “veremos que dejan mucho que desear, se pagan intereses muy altos por un crédito de vivienda”, y agregó que la situación se agravó a partir del 2017, que el salario mínimo dejó ser un referente para los intereses de una deuda y ahora se hace a través de UMA´s”.
“Para decirlo en términos de que a todos nos quedara claro, habría que decir que las UMA´s es lo que en 1994 fue el Fobaproa, es un crimen, créditos que inician en 200 o 300 mil pesos, después de 15 años pagando, y faltando diez más, la deuda va a millones de pesos, que no se terminan de pagar, que generan una usura”.
Lo más grave es que instituciones como el Infonavit, que acumulan una cartera vencida de 256 mil millones de pesos por pérdida de empleo o los ingresos no son suficientes, “no hay programas, aquellos casos donde los trabajadores dejaron de pagar, y que fueron llevados a juicio, y que ofrecieron el pago al instituto, ¿qué prefiere el Infonavit? prefiere venderlas a inmobiliarias, a coyotes, antes que darle la oportunidad al trabajador de readquirir la vivienda”.
"Nos encontramos en una realidad en donde el acceso a la vivienda sigue siendo un gran reto, un sueño, un ideal por el que tenemos que seguir luchando, como en su momento lo hicieron Heron Proal y las mujeres que impulsaron el Movimiento Inquilinario en el puerto de Veracruz”.
El papel de las mujeres en la lucha inquilinaria
En la en la mesa Jornada por los 100 años de la Lucha Inquilinaria, organizada por la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales, la investigadora de la Facultad de Sociología María de los Ángeles Muñoz, resaltó el papel estratégico que tuvieron las mujeres en la lucha inquilinaria.
Destacó que fueron trabajadoras sexuales, amas de casa y trabajadoras del hogar, las principales promotoras de resistencia contra los abusos de los arrendadores, y pioneras en abrir el espacio público a las mujeres.
“Tenían un pacto, si algún inquilino estaba en riesgo, habría una alarma general para llamar a los demás inquilinos en su defensa. Armadas con silbatos de la policía y un sólido compromiso con la defensa social, estas mujeres, regularmente desafiaban a administradores de vivienda, la policía e inquilinos enemigos. También iban a los mercados a animar a las trabajadoras del servicio doméstico para ir a la huelga y exigir un mejor pago”.
Resaltó el trabajo de la activista María Luisa Marín, quien fue una apasionada militante del Movimiento Inquilinario, que reunió mujeres en la Federación de Mujeres Libertarias, “es una mujer que representa a una generación de mujeres mexicanas movidas por las ideas revolucionarias y anarquistas que contribuyó a la defensa de los derechos humanos, normas de vivienda razonables y justicia económica.
Dijo que” también fortaleció, junto con sus compañeras, la fuerza y libertad de las mujeres en la esfera pública, por lo tanto se suma a la lista de mujeres que abrieron camino e inspiran a otras mujeres, al movimiento feminista que aún sigue exigiendo el reconocimiento de la igualdad".
Estoy en huelga, no pago renta
Frente a un auditorio conformado por activistas de izquierda, académico, fundadores de la colonia Herón Proal en Xalapa, Arturo García Niño, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, dijo que la lucha inquilinaria, iniciada en febrero de 1922, ha sido uno de los movimiento social más importante del puerto de Veracruz.
“Fue el primer movimiento, hasta ese momento y lo creo hasta hoy, más importante en el puerto de Veracruz…organizaron a los habitantes de más de 100 patios de vecindad que había en aquel entonces. Y sigue siendo una presencia y un recuerdo muy grato para los que aún pensamos que este mundo puede cambiar para estar mejor”.
El investigador explicó que, aunque el movimiento inquilinario es “aparentemente espontáneo, realmente "sintetizaba las incubadas condiciones reales de la resistencia posrevolucionaria, en donde la crisis económica, la falta de empleos y la precariedad laboral fueron las que dieron origen al Sindicato Revolucionario de Inquilinos, pues el 97 por ciento de los veracruzanos de ese entonces rentaban su hogar a un 3 por ciento de la población", y no podían solventar las altas rentas que pedían los arrendadores.
García Niño recordó a Heron Proal, principal figura dentro de este sindicato, así como la resistencia de trabajadoras sexuales, quienes en conjunto con vecinos de 100 patios de vecindad se posicionaron contra los propietarios y aparecieron por todo el puerto letreros con la consigna “estoy en huelga, no pago renta”, derivó en que los arrendatarios tuvieron que aceptar cobrar sólo el 2 por ciento del valor de la propiedad.
La mesa de diálogos que forma parte de la Jornada por los 100 años de la Lucha Inquilinaria, organizada por la Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales, se realizó en el Salón Azul del área académica de Humanidades, de la Universidad Veracruzana. La mesa de diálogo se llevó a cabo después de la inauguración de una exposición, del registro documental de aquel movimiento inquilinario, cuyas demandas persisten hasta la actualidad.