Washington. El número de estadunidenses que presentaron nuevas solicitudes de ayuda por desempleo cayó ligeramente más de lo esperado la semana pasada, lo que indica que la recuperación del mercado laboral está ganando terreno.
Las solicitudes iniciales de prestaciones estatales por desempleo disminuyeron en 17 mil, a una cifra desestacionalizada de 232 mil, en la semana terminada el 19 de febrero, informó el jueves el Departamento de Trabajo. Economistas encuestados por Reuters estimaban 235 mil solicitudes para la última semana.
Las solicitudes habían aumentado en la semana que terminó el 12 de febrero, lo que los economistas relacionaron con la volatilidad semanal de los datos y el impacto retardado de las tormentas invernales de inicios de mes.
Con un récord de 10.9 millones de vacantes a finales de diciembre, los despidos son mínimos y los economistas esperan que las solicitudes vuelvan a caer por debajo de los 200 mil en las próximas semanas. La última vez que estuvieron por debajo de este nivel fue a inicios de diciembre.
Muchas autoridades de la Reserva Federal (Fed) consideran que las condiciones del mercado laboral están ya en el nivel máximo de empleo o muy cerca de él.
Las solicitudes han descendido desde un máximo histórico de seis millones 149 mil a inicios de abril de 2020. El endurecimiento de las condiciones del mercado laboral está impulsando el aumento de los salarios, lo que está contribuyendo a la alta inflación.
Sin embargo, el alza de los salarios y la mejora de la seguridad laboral deberían ayudar a apuntalar el gasto de los consumidores y a sostener la expansión económica, incluso cuando la Fed comience a subir las tasas de interés para frenar la inflación, y el dinero del gobierno para los hogares y las empresas se agote.
Los mercados esperan que el banco central estadunidense empiece a subir las tasas en marzo, y los economistas prevén hasta siete alzas este año.
Un informe separado del Departamento de Comercio confirmó el jueves que el crecimiento económico se aceleró en el cuarto trimestre, ya que se redujo la carga de un resurgimiento de las infecciones del COVID-19 durante el verano, impulsado por la variante delta.
El producto interno bruto (PIB) aumentó a una tasa anualizada de 7 por ciento el trimestre pasado, según el gobierno en su segunda estimación del PIB. La cifra es ligeramente superior al ritmo de 6.9 por ciento comunicado anteriormente. La economía creció a una tasa de 2.3 por ciento en el tercer trimestre.
Sin embargo, el impulso económico parecía haberse desvanecido en diciembre, en medio de las complicaciones provocadas por la variante ómicron. Pero la actividad se ha recuperado desde entonces, a medida que la oleada invernal de infecciones disminuía.
Las ventas al por menor aumentaron en enero y la actividad empresarial repuntó en febrero, según los datos de este mes. Esto ha creado un riesgo al alza en las estimaciones de crecimiento del PIB para el primer trimestre, que en su mayoría están por debajo de una tasa de 2 por ciento.