Ciudad de México. La reforma judicial incluye medidas de paridad de género como parte de una política social que busca un verdadero cambio cultural, afirmó Sandra Serrano García, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Al participar en la conferencia “La paridad de género y la reforma judicial”, organizada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la académica enfatizó la relevancia de la creación de las unidades especializadas en investigar los casos de acoso sexual dentro del Poder Judicial Federal, las cuales no sólo recaban las denuncias sino acompañan y apoyan a las víctimas.
Mencionó también la creación de espacios de lactancia, licencias por maternidad y paternidad, y señaló que es importante que estas medidas no sean vistas como mecanismos de productividad, sino como derechos necesarios para conciliar la vida profesional con la familia.
Señaló que el efecto a largo plazo será la democratización de la justicia, como producto de políticas de género que comienzan a abrirse paso en medio de una sociedad patriarcal.
Por su parte, la secretaria general de la presidencia de la SCJN, Alejandra Spitalier, afirmó que la reforma judicial tiene entre sus fundamentos institucionalizar la igualdad de género.
Por ello, sostuvo, además de combatir violencia de género y acoso sexual, se tomaron medidas para que las mujeres tuvieran acceso a los puestos de toma de decisión.
Mencionó que, en las primeras etapas, se lograron cifras relativamente iguales en el número de hombres y mujeres que trabajan en el Poder Judicial Federal; sin embargo, a la hora de analizar quiénes ocupaban los mil 443 puestos de jueces y magistrados federales, se descubrió que 77 por ciento estaban ocupados por varones.
Por ello, señaló, se tomó la decisión de convocar a concursos exclusivos para mujeres, con el fin de que pudieran llegar a puestos de juezas y magistradas.