Ciudad de México. De aprobarse la reforma eléctrica para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), México perderá la oportunidad de ser un país atractivo para la relocalización de empresas o inversiones, advirtió Carlos Serrano, economista en jefe en BBVA México.
Durante su participación en el último día de la 19 Cumbre de Negocios, comentó que el país tiene “una oportunidad única e histórica para atraer inversiones, lograr mayores tasas de crecimiento”, con el nearshoring, una solución a los cuellos de botella y los problemas de logística para transportar insumos y mercancías desde Asia por la pandemia del covid-19, así como al conflicto comercial entre China y Estados Unidos.
Sin embargo, “si realmente queremos aprovechar estas oportunidades históricas que se nos presentan, el primer reto que hay por delante es que no se apruebe la reforma eléctrica en los términos en que fue presentada al Congreso”.
“Si esto ocurre me parece que vamos a tener un daño permanente, daño que va a ser muy difícil de revertir”, dijo.
Mencionó que es difícil imaginar que un nuevo gobierno de mayoría revierta los cambios que se proponen, los cuales calificó como un “daño muy fuerte” porque propone cancelar contratos y permisos de forma arbitraria.
“Desde luego que va afectar la inversión, es una reforma que va a resultar en electricidad más cara para todos. La electricidad es un insumo para cualquier inversión. Es una reforma que va a representar una regresión en términos ambientales, además del problema ético de salud”, agregó.
Destacó que en México la inversión es 15 por ciento menor a la que tenía en enero de 2019. “Las palabras cuentan, la certidumbre cuenta”, anotó.
“Solamente con más inversión se puede crecer más, solamente con más inversión se pueden generar más empleos y hay que reconocer que no hay política social que sea tan efectiva para abatir la pobreza como en la generación de empleos. Eso no lo vamos a lograr sin mayor inversión”, subrayó.
Comentó que para atraer más inversión se debe fortalecer el estado derecho, “que entre otras cosas significa respetar contratos, respetar leyes así sean contratos que nos gusten o no”.
Resaltó que cuando se proponen leyes que llaman a cancelar contratos y permisos vigentes, no es de sorprenderse que la inversión disminuya. “Si se quiere aprovechar esa oportunidad hay que cambiar el discurso, de nada no sirve un discurso que ataque a empresas españolas por ejemplo”, dijo.