Montreal. Una comunidad indígena en Canadá anunció el martes el descubrimiento de 54 tumbas sin identificación en dos antiguos colegios residenciales católicos para nativos, sumándose al creciente conteo de túmulos cuyo hallazgo generó un escándalo que conmocionó al país norteamericano el año pasado.
"Los canadienses todavía no pueden creer que un ser humano pueda tratar a otro ser humano, especialmente un niño, de la forma en que los hemos tratado", dijo, conteniendo las lágrimas, Ted Quewezance, quien lidera la búsqueda de tumbas en territorios de la Primera Nación de Keeseekoose, en la provincia Saskatchewan (centro).
Quewezance, quien presentó los resultados de las pesquisas en rueda de prensa, encabeza las búsquedas usando un radar que penetra el suelo cerca de los colegios residenciales Fort Pelly y St Phillip.
Ambos estaban dirigidos por la Iglesia Católica en nombre del gobierno federal: St Phillip desde 1905 hasta 1913 y Fort Pelly por cuatro décadas (1928 a 1969).
El jefe de la comunidad indígena, Lee Kitchemonia, sugirió que los niños "podrían potencialmente haber sido, ustedes saben, asesinados", para añadir luego que se necesita una mayor investigación al respecto.
Su comunidad enfrenta un "tiempo muy duro" para asimilar estos descubrimientos. "Pasamos delante de ellos (diariamente), sin saber que había tumbas allí", agregó.
El primer ministro de la provincia, Scott Moe, escribió en su cuenta de Facebook: "Saskatchewan está de luto por ustedes", mientras que la Primera Nación de Keeseekoose vive "la misma conmoción y desesperación que las demás Primeras Naciones a lo largo del país".
Más de mil 300 tumbas sin identificar fueron encontradas en las escuelas donde internaban a los niños aborígenes como parte de una política gubernamental de asimilación forzada a la cultura y religión oficial canadiense, arrojando luz sobre una página sombría de la historia de este país.
Unos 150 mil niños indígenas, mestizos y esquimales fueron reclutados a la fuerza en 139 internados en Canadá, donde fueron separados de sus familias, lengua y cultura.
Miles murieron, en su mayoría de desnutrición, enfermedades o negligencia, en lo que un comité de verdad y reconciliación llamó "genocidio cultural", según un informe de 2015. Otros fueron abusados física o sexualmente.
A comienzos de enero, Canadá anunció un acuerdo por 31 mil 500 millones de dólares para reformar su discriminatorio sistema de bienestar infantil y compensar a las familias indígenas que sufrieron por su causa.