Lima. Arqueólogos que excavan en la segunda ciudad preinca más grande de Perú informaron el domingo que hallaron seis fardos con momias de niños aparentemente sacrificados para acompañar en su viaje “al mundo de los muertos” a un personaje importante enterrado muy cerca y descubierto en 2021.
El descubrimiento se realizó en Cajamarquilla, epicentro comercial de barro preinca de más de mil 400 años ubicado a 16 kilómetros al noreste de la plaza de armas de Lima. Junto a las momias de los niños cubiertas con textiles confeccionados con algodón, se hallaron algunos restos óseos que integrarían siete cuerpos de adultos.
La arqueóloga peruana Yomira Huamán, una de las responsables del proyecto de investigación, dijo a The Associated Press que los hallazgos estaban asociados a otra momia —un hombre de clase alta que se cubría el rostro con las manos— que fue descubierta en 2021 y que murió aproximadamente entre los años 800 y mil después de Cristo.
La momia descubierta en 2021 estaba cubierta con telas de algodón, tenía amarradas las manos y el cuerpo con una soguilla hecha de vegetales, que protegió su descomposición. “Lo que hemos encontrado ahora serían el séquito de sirvientes, hijos, esposas u otros familiares sacrificados para que acompañen al mundo de los muertos a la momia de la élite descubierta en 2021”, dijo el arqueólogo peruano Pieter Van Dalen, quien codirige el proyecto junto a Huamán.
Huamán, Van Dalen y más de una decena de arqueólogos que excavan allí, forman parte de la facultad de arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la más antigua de Perú y una de las universidades más antiguas de América.
Los cuerpos de los niños fueron envueltos con textiles de algodón. “Los textiles también están amarrados con soguillas, como estaba amarrada la momia descubierta en 2021”, dijo Van Dalen.
En los lugares de entierro también se han hallado vasijas de arcilla, roedores peruanos conocidos como cuyes, restos de pescado y de camélidos sacrificados. También se encontró ají, maíz morado y palitos para coser.
Cajamarquilla fue un centro comercial clave donde residían personas de diversas etnias y estaba en un camino que conectaba zonas de los Andes con centros poblados de la costa del Pacífico.
Los arqueólogos son los únicos que trabajan en medio del gigantesco complejo de barro llamado Cajamarquilla, de 167 hectáreas, ubicado en el distrito de Lurigancho-Chosica, que se encuentra en los alrededores de la capital peruana de casi 10 millones de habitantes. Según los expertos, las excavaciones en el amplio complejo arqueológico son aún mínimas.
Perú es un país con frecuentes descubrimientos arqueológicos de la época Inca y de periodos previos. Los Incas fueron conquistados por los españoles en el siglo XVI. Antes se habían expandido por zonas que incluyen parte de los territorios de Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y Bolivia.