La firma francesa Binoche et Giquello vendió este viernes una cuarentena de piezas arqueológicas de origen mexicano como parte de los 125 lotes que conformaron la subasta Arte precolombino, en París.
Lo anterior, no obstante el enérgico rechazo
que expresaron los gobiernos de México, Perú, Guatemala, Ecuador, Panamá y República Dominicana en una carta enviada el pasado martes a la casa subastadora, en la que también exigían la suspensión de esa puja y la que efectuará el 18 de febrero.
Las ventas de piezas arqueológicas son actos que atentan contra la identidad y memoria de las culturas de México. Desde el gobierno de México nos oponemos rotundamente a la subasta de Binoche et Giquello programada para hoy (viernes) en París
, escribió en su cuenta de Twitter la titular de la Secretaría de Cultura (SC) federal, Alejandra Frausto, justo a la hora que comenzó el remate, cuatro de la tarde en la capital francesa, nueve de la mañana tiempo local.
En tanto, Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México y esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha realizado una campaña en contra de la venta ilegal del patrimonio cultural mexicano, evidenció en Twitter que la subastadora europea la bloqueó este viernes en su cuenta de esa red social.
A pesar de ello, seguiremos denunciando la subasta del patrimonio de todos los mexicanos, sustraído ilegalmente del país
, indicó la escritora e investigadora momentos después en Instagram.
El martes pasado, Gutiérrez Müller hizo cuatro publicaciones en Twitter, una de ellas etiquetando a Binoche et Giquello, en las que protestó por la venta que se realizó ayer de los bienes mexicanos, además de persuadir a los potenciales compradores sobre la procedencia ilegal de éstos y, en algunos casos, hasta falsos.
De México, las más costosas
Las piezas mexicanas fueron las que alcanzaron los precios más altos en la subasta. Una máscara funeraria teotihuacana, elaborada en piedra de color verde oscuro entre los años 450 y 650 de nuestra era, valuada entre 40 mil y 60 mil euros (entre 931 mil y un millón 400 mil pesos mexicanos), fue rematada en 41 mil euros (cerca de 950 mil pesos), convirtiéndose en la más costosa de la sesión.
La procedencia de esta obra, según el catálogo de Binoche et Giquello en Internet, se remonta a Samuel Dubiner, de Canadá, quien la compró en la década de los años 60 del siglo pasado; más adelante, en 1986, pasó a propiedad de Fine Arts of Ancient Lands, de Nueva York; finalmente, ese mismo año, fue adquirida por un coleccionista privado estadunidense.
Una cabeza de una estatua de origen mexica que representa a un joven con un sencillo tocado, realizada en basalto gris entre 1325 y 1521, fue la segunda pieza mejor vendida, al alcanzar un precio de 40 mil euros (poco más de 931 mil pesos), con lo que sobrepasó su valor salida, estimado entre 22 mil y 25 mil euros (entre 512 mil y 582 mil pesos).
Su primer propietario, de acuerdo con la casa de subastas, fue un coleccionista privado, que la adquirió en 1969; luego fue archivada por Justin Kerr, en diciembre de 2004; también aparece registrada, sin fecha, en el Ancient Art of the New World, de Nueva York; por último, en una colección privada estadunidense que la compró en 2005.
La pieza mejor vendida de procedencia diferente a México fue una máscara funeraria de la cultura Mochica, de Perú, hecha en cobre y plata entre los años 100 y 700 de la presente era, a un precio de 18 mil euros (cerca de 420 mil pesos). Antes de ser subastada ahora, perteneció a la galería Merrin, de Nueva York, y en 1994 pasó a una colección privada en Estados Unidos.
Las cerca de 40 obras prehispánicas mexicanas subastadas ayer –a reserva de lo que señale el dictamen de confirmación de autenticidad del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)– son de las culturas maya, chontal, teotihuacana y mexica, además de otras que ocuparon los territorios que hoy son los estados de Veracruz, Colima, Jalisco y Michoacán.
Ocho de esas piezas rebasaron los 10 mil euros (unos 233 mil pesos), aunque cabe destacar que la mayoría se vendió por debajo de su valor estimado, como ocurrió con una máscara antropomorfa de la cultura chontal, fechada entre los años 300 y 100 dC, que fue rematada en 26 mil euros (unos 605 mil pesos) cuando su precio de salida oscilaba entre 35 mil y 45 mil euros (entre 815 mil y un millón 45 mil pesos).
Fue también el caso de una pareja de estatuillas de cerámica procedente de Nayarit fechada entre los años 100 y 250 dC, cuyo valor estimado era de entre 25 mil y 30 mil euros (entre 582 mil pesos y cerca de 700 mil pesos) y resultó vendida en 20 mil euros (unos 466 mil pesos).