Río de Janeiro. Ocho presuntos criminales fueron abatidos este viernes en una operación policial contra narcotraficantes en una favela de la zona norte de Río de Janeiro, informaron las fuerzas del orden.
"Hubo enfrentamientos y ocho criminales heridos sucumbieron", informó en Twitter la Policía Militar de Río de Janeiro (PMRJ), que requisó "una gran cantidad de droga", siete fusiles, 14 granadas y cuatro pistolas.
La operación, en conjunto con la Policía Federal (PF) y Policía Federal de Carreteras (PRF), se desplegó de madrugada en la comunidad Vila Cruzeiro, en el Complexo da Penha.
Videos publicados en las redes sociales mostraron vehículos blindados avanzando por las estrechas calles de la favela, con sonido de disparos de fondo.
"Encontramos una gran resistencia para seguir adelante y cumplir nuestras metas, y probablemente esos elementos estaban en esa resistencia", explicó al sitio de noticias G1 el coronel Luiz Henrique Marinho, de la PRMJ.
Según Fogo Cruzado, una plataforma digital que contabiliza tiroteos en Río y es muy crítica con la letalidad de las fuerzas de seguridad de Río de Janeiro, se trata de la operación policial con más muertos en lo que va de año.
La PMRJ agregó que los agentes buscaban "criminales de Jacarezinho", la primera favela escogida por el gobierno de Río de Janeiro para lanzar un flamante programa piloto que busca liberar esos territorios del yugo de bandas y milicias.
Operación en Jacarezinho
Esta favela vivió en mayo pasado la redada policial más sangrienta de la historia de la Cidade maravilhosa, con 28 muertos.
Ubicado en el norte de Río, el distrito es uno de los bastiones del Comando Vermelho (comando rojo), una banda de narcotraficantes que ha estado sembrando el terror desde finales de la década de 1970.
El jueves por la noche, manifestantes bloquearon una importante avenida de Jacarezinho y protagonizaron disturbios en protesta por la muerte horas antes del traficante João Carlos Sordeiro Lourenço a manos de la policía, en una operación enmarcada en ese programa piloto que por ahora se desarrolla en dos de las mil favelas de Río.
Este delincuente, conocido como João do Jaca, era sospechoso de haber asesinado a un policía durante la operación de mayo.
Con el fin de reducir la letalidad de las acciones policiales en las favelas, la semana pasada, el Supremo Tribunal Federal (STF) dio al gobierno del estado de Río de Janeiro 90 días para que presente un plan de medidas y 180 días para que instale equipos con GPS y grabación de audio y video acoplados a los vehículos y a los uniformes policiales.
Debido a la operación policial de este viernes, las clases de las escuelas públicas de la región fueron suspendidas, una consecuencia habitual de la violencia entre bandas de narcotraficantes o con la policía que frecuentemente aterroriza a la población carioca, especialmente en las favelas.
En 2019, último año lectivo normal antes de la pandemia, 74 por ciento de las escuelas públicas de Río de Janeiro fueron afectadas por lo menos por un tiroteo en su entorno con participación de la policía, según un informe sobre el impacto de la guerra antidrogas en la educación pública divulgado el lunes.