Ciudad de México. En el tercer trimestre del año pasado el producto interno bruto (PIB) del sector turístico creció 2.5 por ciento respecto al periodo anterior inmediato, impulsado principalmente por la evolución de los servicios ofrecidos en el ramo, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esta actividad, que fue seriamente dañada por los cierres derivados de la pandemia del Covid-19, avanzó 24.9 por ciento en comparación con igual lapso de 2020.

El desempeño positivo observado en julio-septiembre del año pasado se vio favorecido por las mejores condiciones sanitarias, a pesar de la tercera ola de contagios causada por la variante delta del SARS-COV-2, misma que causó nuevos cierres, pues la población aún no era inmunizada en su totalidad con la vacuna.

Al interior, la evolución positiva del indicador turístico se explicó por el crecimiento de 3.1 por ciento de los servicios del sector, es decir, la hotelería y los restaurantes, principalmente.

Sin embargo, los bienes ofrecidos en esta actividad terciaria se contrajeron 2.5 por ciento en comparación con el lapso abril-junio del año pasado.

El crecimiento anual, que observó el efecto rebote como consecuencia de la contingencia sanitaria, se explicó por el aumento de 28.5 por ciento en los servicios.

Mientras que los bienes avanzaron 5.6 por ciento en comparación con julio-septiembre de 2020, cuando aún comenzaba la reapertura de los centros turísticos y las vacunas contra el Covid-19 seguían en las primeras fases de desarrollo.

El consumo turístico interior aumentó 4.6 por ciento frente al segundo trimestre del año pasado, como consecuencia del crecimiento de 30.4 por ciento del consumo receptivo.

En su variación anual, el consumo turístico también mostró los efectos de rebote, pues avanzó 31.7 por ciento frente al tercer trimestre de 2020, sobre todo por el incremento de 190.8 por ciento en el consumo receptivo.

Hasta antes de la pandemia del Covid-19 representaba casi 10 por ciento de la economía mexicana.