Ciudad de México. Aunque en los últimos años se ha reducido ligeramente la brecha entre sexos en lo que se refiere a la capacidad de asegurar el abasto de comida de buena calidad para sus familias, la carencia alimentaria sigue siendo un fenómeno que perjudica de manera especial a los hogares con jefatura femenina.
Así lo indicó el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), José Nabor Cruz Marcelo, quien subrayó que los datos referentes a este tema deben ser utilizados por las autoridades para enfocar de manera más precisa en qué puntos debe concentrar sus estrategias para aminorar este flagelo.
Durante su participación en el Foro de Alto Nivel Políticas de Protección Social Adaptativa para Generar Sistemas Alimentarios Sostenibles frente al Cambio Climático, el especialista señaló que 22.5 por ciento de la población mexicana presentó condiciones de carencia alimentaria en 2020, lo cual equivale a uno de cada cinco habitantes del país.
Al desglosar de qué manera le perjudica este fenómeno a cada sexo, Cruz puntualizó que en 2020 el número de hogares con jefatura femenina que no pudieron acceder de manera suficiente a la alimentación nutritiva y de calidad fue de 23.2 por ciento, mientras que en el caso de los núcleos familiares sostenidos económicamente por hombres la cifra fue de 20.6 por ciento, para una diferencia de 2.7 puntos entre ambos grupos.
De acuerdo con los estudios del Coneval presentados en el foro en 2018, la brecha en este terreno fue 3.6 por ciento, mientras que en 2016 fue de 3.9 por ciento, lo cual indica que la diferencia porcentual entre los dos grupos se ha hecho ligeramente menor en los últimos seis años.
Cruz Marcelo enfatizó que parte de la información estratégica que genera el Coneval permite la focalización de las intervenciones del Estado mexicano para, en este caso, robustecer las estrategias en cuanto a la reducción de la carencia por acceso a la alimentación
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