Ciudad de México. Bajo el nuevo esquema de suministro de carbón, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió casi el 92 por ciento del volumen del mineral pactado en 60 contratos, por lo que la empresa estatal consideró que se trata de un programa exitoso, pero perfeccionable y negó que se trate de una “ocurrencia presidencial”.
En conferencia de prensa, Pierre Antuan Gilly Díaz, gerente de Desarrollo Social de la empresa estatal, dijo que al 31 de diciembre del año pasado las centrales carboeléctricas José López Portillo y Carbón II, ubicadas en Coahuila, recibieron un millón 374 mil toneladas de minera extraído de la cuenca de Sabinas, monto equivalente al 91.87 por ciento del volumen total asignado en los convenios suscritos en sus mayoría con micros y pequeños productores.
Miguel Alejandro López López, subdirector de Contratación y Servicios de la empresa estatal, apuntó que en 2020 se suscribieron 60 pactos bajo un esquema que buscó eliminar la corrupción, el coyotaje, dar preferencia a los pequeños productores, obtener carbón y no tierra —como sucedía con anterioridad—, y precios justos.
Recordó que los 60 contratos plurianuales equivalían a mil 586 millones de pesos, por los cuales la CFE obtendría un millón 500 mil toneladas del mineral necesario para producir la energía.
Señaló que del total de convenios, se rescindieron tres, los cuales fueron asignados a Cold Fusion Mining, Minería y Acarreo de Carbón, y Drumak.
Las causas de rescisión fueron no contar con el legítimo derecho de explotar la mina declarada y incumplimiento en el contrato de entregas en el caso de las dos últimas empresas.
A propósito de las acusaciones sobre el uso de energías fósiles y su presunta priorización en la reforma eléctrica, López López apuntó que la aportación de energía generada con el mineral es de 6 por ciento.
Gilly Díaz comentó que para cumplir con el volumen pendiente de entrega, a 26 de las 57 empresas se les autorizó la solicitud de prórroga por casos fortuitos o de fuerza mayor, lo cual fue debidamente justificado.
Agregó que el programa es perfectible y se considera exitoso, aunque “la CFE pondrá puntual atención en los procesos que permitan mejorarlo”.
La CFE señaló que con la finalidad de garantizar el suministro del mineral necesario para generación de energía durante el primer trimestre del este año se consideró la ampliación del programa, por lo que 47 de los 57 productores aceptaron ampliación de sus respectivos contratos, en diferentes porcentajes.
López López acotó que en marzo o abril se abrirá la nueva convocatoria para realizar los nuevos contratos plurianuales, cuya duración terminará en 2024 y serán de adjudicación directa para garantizar que las empresas entreguen la cantidad de mineral que está dentro de sus capacidades.
Destacó que la compra de carbón no se trató de una “ocurrencia presidencial” como se ha difundido, pues incluso señaló que la CFE “ha sido objeto de diversas descalificaciones para hacer creer que es una empresa cara, ineficiente, sucia y corrupta”.
Abundó que se han realizado múltiples golpeteos que buscan desestabilizar y desinformar, aparentando que las contrataciones son atípicas y meras ocurrencias, pero no se toma en cuenta que se compra carbón desde 1982 para la operación de las carboeléctricas.
Agregó que no se ha podido acreditar algún caso de conflicto de interés, pues no existió algún impedimento legal para la suscripción de cada contrato. “La CFE puso fin a los cacicazgos que pretendían sacar algún provecho al margen de la ley”, dijo la empresa.
Gilly Díaz comentó que el nuevo esquema de suministro ha contribuido a la reactivación económica de la región carbonífera.
Apuntó que permitió que una gran cantidad de empresas micro, pequeñas y medianas, tuvieran la posibilidad de ser proveedores de la CFE, pues eliminó la intermediación burocrática que representaba Promotora Para el Desarrollo Minero (Prodemi).