Diputados austriacos solicitaron hace un par de semanas a su gobierno federal verificar si los avances tecnológicos permitirían el traslado del penacho de Moctezuma a México.
La iniciativa surgió de la legisladora Petra Bayr, luego de que un par de artistas mexicanos le hicieron llegar un audio en el que se explica que la pieza, que se encuentra en el Museo Etnográfico de Viena (Weltmuseum), “es portadora de fuerza, poder y sabiduría del soberano Moctezuma Xocoyotzin, y debe regresar a donde pertenece”.
La grabación forma parte de unas audioguías preparadas por Sebastián Arrechedera y Yosu Arangüena, con las que están remplazando las originales del museo, sin que el recinto lo sepa hasta la publicación de esta información, con el objetivo de que los visitantes “conozcan esa otra versión de la historia que representa el sentir de muchos mexicanos”.
En la moción de resolución que preparó Bayr (miembro del partido socialdemócrata austriaco), argumenta que México intentó en 2020 que el famoso penacho (llamado corona por los activistas), “al menos en calidad de préstamo”, fuera parte de las actividades por la conmemoración en la Ciudad de México del 500 aniversario de la caída de Tenochtitlan.
Sin embargo, continuó la diputada: “debido al considerable riesgo de daños ocasionados por el transporte, la solicitud no se pudo conceder, informó el secretario de Estado de Cultura. Austria es consciente de la alta importancia histórica y simbólica de este tocado para México. Un informe científico, en el que participaron Austria y México, descubrió en 2012 que el objeto era extremadamente frágil”, le dijeron entonces a la agencia de noticias Dpa.
Viaje riesgoso
Bayr recordó que entre 2010 y 2012 “se llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre su historia en un proyecto de cooperación entre México y Austria; fue posible limpiarlo y conservarlo con un gran costo. Después de varios años de investigación como parte de la cooperación bilateral, los restauradores llegaron a la conclusión de que el transporte podría dañar seriamente las frágiles plumas.
“Como también se puede leer en el sitio web del Weltmuseum, los reclamos por un regreso a México no se callan a pesar de la opinión de los expertos. El informe tiene ahora más de 10 años. Debido al progreso técnico y mayor desarrollo en el campo de la restauración, así como la sensibilización política y las discusiones actuales en el campo de la restitución de los bienes culturales robados del sur global, es fundamental examinar este tema.
“Mientras una persona viva ha saltado 39 mil kilómetros desde la estratosfera a la tierra con sólo un traje protector, es factible que la tecnología que se ha desarrollado también pueda ser aplicable al transporte seguro de bienes culturales”, propone la legisladora, quien fue apoyada por al menos cinco de sus compañeros en el Parlamento.
En entrevista con La Jornada, Arrechedera, quien también se desempeña como creativo publicitario, explicó que desde hace año y medio desarrolla el proyecto titulado Audioguías de la Verdad, que define como un “happening artístico, en el que llevamos al museo la voz de un descendiente de los aztecas para que se oiga su otra versión de la historia”, pues el mensaje de las audioguías que han introducido de manera furtiva al recinto fue grabado en tres idiomas (español, inglés y alemán) por el activista Xoko-noschtletl Gómora, quien lleva 40 años tratando de recuperar el penacho para México.
El también documentalista calcula que serán 100 las “nuevas” audioguías que estén en el museo, las cuales “son réplicas exactas de las originales, tienen todos los contenidos”, excepto la información del tocado. Al momento, añadió, han remplazado 50 con la colaboración de personas de Austria, México y Ucrania; esperan concluir en unos días, “claro, a menos que el museo se dé cuenta y se pongan difíciles.
“Pero en este momento el audio, de siete minutos, ya lo están escuchando las personas que visitan el Weltmuseum y también pudimos hacérselo llegar a los diputados austriacos. Hemos documentado las reacciones del público; en general, no tienen idea de la historia de la corona de Moctezuma y cuando les cuentas lo que significa para México se sorprenden de que la pieza siga en Viena.
“Para nosotros es muy importante poder generar desde abajo y desde lo artístico un movimiento para sensibilizar a los austriacos y a sus gobernantes acerca de este tema, que se reflexione y se cuestione, en un momento en el que los saqueos europeos de bienes culturales están también en tela de juicio.
Lo nuestro es una reflexión desde la ciudadanía, porque también nos interesa que el mundo oiga a Xokonoschtletl, quien ahora tiene 70 años y vive en Tabasco en una situación muy precaria. Es una figura que se ha quedado un poco olvidada. Pensamos que ahora sus palabras funcionarán mejor que una protesta”, concluyó el realizador.