Washington. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos mostró este miércoles su preocupación por la consolidación en el mercado nacional del alcohol, de 250 mil millones de dólares anuales, y esbozó unas reformas para impulsar la competencia y ahorrar a los consumidores cientos de millones de dólares cada año.
Un nuevo control de las fusiones y adquisiciones, tasas impositivas diferentes y la eliminación de las cargas reglamentarias para los nuevos participantes en el mercado del vino, la cerveza y las bebidas alcohólicas harían que el mercado fuera más justo para los nuevos fabricantes y más barato para los consumidores, dijo el Tesoro en un documento de 63 páginas.
El esperado informe es parte de un decreto de julio sobre competitividad. Su enfoque en la industria de la cerveza, en particular, marca el último impulso del gobierno de Joe Biden para luchar contra lo que considera un exceso de consolidación en las industrias, desde el envasado de carne al transporte.
En respuesta a más de 800 comentarios públicos sobre el asunto, el Tesoro sugirió en el informe una supervisión más estricta por parte del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio, una aplicación más estricta de las normas existentes y el desarrollo de otras nuevas.
“Los consumidores estadunidenses, los propietarios de pequeñas empresas, los emprendedores y los trabajadores no deberían sufrir por una industria cervecera altamente concentrada”, dijo el fiscal general adjunto, Jonathan Kanter. “Las autoridades (...) deberían tener el valor de aprender y la fortaleza necesaria para hacer cumplir la ley y proteger la competencia”, destacó.
El mercado estadunidense de la cerveza, el vino y los licores ha generado miles de nuevas fábricas, bodegas y destilerías en la última década.
No obstante, una red de complicadas regulaciones estatales y federales, algunas de las cuales se remontan al final de la Prohibición en 1933, junto con un “comportamiento excluyente” de productores, distribuidores y minoristas masivos, significa que los pequeños actores pueden tener dificultades para competir y prosperar, señalaron los funcionarios estadunidenses.
Las dos mayores compañías que venden cerveza en Estados Unidos -Anheuser Busch InBev y Molson Coors- representan 65 por ciento de los ingresos.
“Estamos decididos a proteger lo que ha sido una industria próspera y vibrante, en la que han entrado muchas pequeñas empresas”, al tiempo que abordamos los problemas que “conducen a precios excesivos para los consumidores”, indicó un alto funcionario.
Las leyes que restringen la competencia de precios hacen que los consumidores de cerveza paguen por sí solos 487 millones de dólares más al año de lo que deberían, y pueden hacer subir el costo de una botella de vino hasta 18 por ciento y de una botella de licor más de 30 por ciento, según el informe, que cita estudios.