Nueva York. Fiscales estadunidenses solicitan que un juez imponga una condena de 10 años de prisión contra Iván Reyes Arzate, ex comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles y subordinado de Genaro García Luna, cuando se presente para escuchar su sentencia este miércoles en un tribunal federal en esta ciudad.
Reyes Arzate es acusado de conspiración para la distribución internacional de cocaína, cargo del cual se declaró culpable en octubre de 2021, aceptando ser responsable de conspirar para importar más de 450 kilos de cocaína.
La acusación detalla que en noviembre de 2016, mientras Reyes Arzate participaba en su calidad de comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles en una investigación conjunta con autoridades estadunidenses contra el llamado cartel El Seguimiento 39 - asociado con el Cartel de Sinaloa y los Beltrán Leyva entre otros - él se reunió con el liderazgo de ese cartel con quienes compartió información sobre la investigación conjunta y aceptó un soborno de 290 mil dólares a cambio de su colaboración.
En su recomendación al juez federal Brian Cogan - el mismo juez encargado del juicio pendiente de Genaro García Luna programado para octubre - los fiscales resumen la historia del caso, y señalan que tal condena servirá de “disuasivo” general para otros oficiales que contemplen actos corruptos en apoyo a narcotraficantes.
“Tal como sabe este tribunal, es demasiado común que oficiales de cumplimiento de ley en México corruptamente forjen alianzas con carteles que envían grandes cantidades de drogas a Estados Unidos y que rutinariamente cometen actos de violencia horrendos. Una condena significativa demostrará que Estados Unidos permanece comprometido a erradicar la corrupción, donde sea que exista, y evitar que los carteles de drogas envíen cantidades masivas de drogas a Estados Unidos”, argumentan el fiscal federal Breon Peace y sus asistentes en su recomendación por escrito.
Concluye que “puesto de manera simple, el acusado optó por la avaricia y la corrupción sobre el bienestar de los ciudadanos de México y Estados Unidos”.
La Unidad de Investigaciones Sensibles fue una entidad creada con apoyo del gobierno en Washington, en particular la DEA, y conformada de personal verificado y capacitado por oficiales estadunidenses. Por lo tanto Reyes Arzate fue uno de los principales interlocutores en las operaciones antinarcóticos bilaterales, trabajando directamente con agentes de la DEA en Mexico e intercambiado de inteligencia con sus contrapartes estadunidenses.
Reyes Arzate fue integrante de la Policía Federal desde 2003 a 2016 y en 2008 fue nombrado comandante de la Unidad de Investigaciones Sensibles. Fue cesado poco después de su reunión con los líderes de El Seguimiento 39.
En marzo de 2017, el acusado se presentó voluntariamente ante un tribunal federal en Chicago a propósito de una acusación y orden de arresto girada el mes anterior. En julio fue formalmente acusado de obstrucción de justicia, y en 2018 Reyes Arzate decidió no disputar los cargos y fue sentenciado a 40 meses de prisión.
El 23 de enero de 2020, cuatro días antes de que estaba programado salir de la cárcel y ser deportado a México, se presentaron los nuevos cargos que ahora enfrenta en Nueva York. Fue arrestado antes de salir de la prisión por su condena en Illinois y ha permanecido encarcelado hasta la fecha.