Ciudad de México. La reforma eléctrica del presidente, Andrés Manuel López Obrador, y la que establece como derechos constitucionales la beca de bienestar para niñas y niños y el programa mejor escuela, de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, reivindican el componente popular de las constituciones de la República y de la Ciudad de México en la nueva etapa de Cuarta Transformación que vive el país hoy en día, afirmó el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama.
En su mensaje para conmemorar el 105 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de 1917, en representación de la titular del Ejecutivo local y con la presencia de los poderes Judicial y Legislativo locales, Batres sostuvo que con ambas iniciativas se construye una ciudad y un país de derechos.
Son derechos, dijo, que conquista la sociedad para que sean plasmados en la Constitución, para siempre, y “que el Estado se vea obligado a reconocerlos, aplicarlos y cumplirlos”, por lo que ambas deben ser aprobadas.
Ante el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Rafael Guerra Álvarez, de la mesa directiva del Congreso local, Héctor Díaz Polanco, el diputado federal, Manuel Alejandro Robles, de Morena, y otros funcionarios, Batres resaltó en el legado de esta cuarta etapa de cambios, en la Constitución, las reformas promovidas por el presidente López Obrador para instituir nuevos derechos sociales como la pensión para personas mayores, las becas para personas con discapacidad y para jóvenes, así como las del sistema de salud pública y para revertir la “mal llamada reforma educativa”.
Destacó también las que tipifican como delitos graves la corrupción y el fraude electoral, las que establecen las figuras de extinción de dominio y de revocación de mandato, la que prohíbe la condonación de impuestos y la que permite enjuiciar al titular del Ejecutivo federal cualquier delito.
En la ceremonia, realizada en el Museo de la Ciudad de México, donde el secretario de Gobierno fue el único orador, hizo énfasis en la importancia de la reforma eléctrica, al advertir que con las “contrarreformas ocurridas en el sexenio pasado, los usuarios de los servicios eléctricos tienen que subsidiar a las grandes compañías. Algunas de éstas simulando un proceso de autoabastecimiento eléctrico utilizan la red de transmisión eléctrica pública de manera prácticamente gratuita” y otras reciben el pago por el llamado despacho eléctrico aunque no entreguen la totalidad de la electricidad a la que se comprometieron.
“De esta manera –añadió--, los usuarios domésticos, las familias, los ciudadanos comunes tiene que pagar tarifas más elevadas que las grandes corporaciones económicas. Tiene que darse por el bien de la seguridad energética y por el bien de los usuarios la reforma eléctrica”.