Ciudad de México. Al reiterar que el Tren Maya será inaugurado en el tiempo programado, “aún con todos los obstáculos”, el presidente Andrés Manuel López Obrador alertó sobre actos de corrupción y “trafique de venta” de terrenos en la Riviera Maya.

López Obrador contrastó ese caso con lo que ocurre en otras zonas por las que va a pasar la obra, en la Península de Yucatán y se ha encontrado el apoyo de las comunidades, como el de unos campesinos mayas que vendieron un terreno de mil 200 hectáreas para la construcción del aeropuerto de Tulum.

“Nos ha ayudado mucho la gente que quiere la obra, porque imagínense si por donde va pasando el tren, por donde va a pasar, hay inconformidad. Por eso los Claudios X González, el ex ministro (José) Ramón Cossío, todos estos que promueven los amparos, ya nos hubiesen parado la obra. O los supuestos defensores de medio ambiente, seudo ambientalistas, ya nos hubiesen parado la obra. Pero no quieren porque la gente nos está ayudando y eso también les agradezco mucho”, dijo el mandatario.

Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, se le preguntó sobre el proyecto.

Respondió que a diferencia de las zonas con más infraestructura turística, ha recibido el apoyo de los campesinos que tienen confianza al gobierno.

“Necesitábamos un terreno para hacer el nuevo aeropuerto de Tulum, pero no es fácil, porque hay muchos cenotes, y hasta que encontramos un terreno firme de mil 200 hectáreas, un ejido, con disposición de ayudar”, indicó.

“Nada que ver con la corrupción en el trafique de venta de terrenos que se da en la Riviera Maya, desgraciadamente, de gente corrupta. Estamos hablando de campesinos mayas, gente buena, honesta”.

Entonces – añadió- nos dieron las mil 200 hectáreas, se hace el avalúo, se les paga, nos piden que les ayudemos en programas de desarrollo, todos los programas de desarrollo para ellos.

Explicó que el ejido en referencia tiene 100 mil hectáreas, “imagínense cuánto tramo hay con ellos para avanzar, por eso estoy muy agradecido”.

Reiteró lo dicho en la víspera en el sentido de que se va a crear un parque muy importante que se va a llamar el parque del Jaguar: “se va a unir toda la zona arqueológica de Tulum y terrenos de Marina y otras dependencias. En una primera etapa van a ser mil hectáreas. Y poner orden en todo el desarrollo urbano porque ha habido anarquía, desorden, corrupción”.

El desorden en la zona, abundó, ha resultado en la destrucción de recursos naturales. En ese sentido reveló que una empresa estadunidense – de la cual se reservó el nombre- obtuvo en noviembre del año 2000, el último día del sexenio del presidente Ernesto Zedillo, una concesión para la explotación de materiales en la Rivera Maya (Punta Venado Calica) y, ante la falta de renovación de la misma, demandó por una indemnización millonaria.

Dijo desconocer quién era entonces la persona responsable de la secretaria de Medio Ambiente (Julia Carabias era la titular del ramo durante el sexenio zedillista).

Ese tipo de casos, indicó López Obrador, es la manera en que se destruyen los recursos naturales, de los más hermosos del planeta, en este caso, con la explotación de un banco de materiales, ubicado aproximadamente a mil metros de la playa, cuyo producto es llevado por mar hacia Estados Unidos. 

“O sea, es cómo destruir el paraíso, y esto lo estamos viendo porque a lo mejor los dueños ni saben y en una de esas participan en los congresos de cambio ambiental. Por aquí sacan a Estados Unidos”, señaló frente a un mapa de la zona proyectado en el salón.

“Y así están otros casos, un desorden. En Tulum por eso también se va a proteger porque es de medio ambiente pero el turismo es la principal actividad económica.

“Como no se les amplió la concesión, porque estaban incumpliendo, violando, destruyendo el territorio, se fueron a una denuncia internacional y están pidiendo una indemnización, no sé, de millones de pesos. O sea que todavía nosotros les tenemos qué pagar”.

“Esa es la mina – añadió- y ahí está el barco, pero esto, toda esta costa es azul turquesa; en esta mina, que es una de las propuestas que les estamos haciendo, ya escarbaron.

“El agua aquí es turquesa, por la piedra, entonces, con un poco de imaginación y talento se podría utilizar como zona turística, casi albercas naturales, buscando un acuerdo, pero que ya no se siga destruyendo y que retiren su demanda porque no tiene fundamento legal y sólo es porque – no voy a mencionar el nombre de la empresa- sí es de las más importantes de Estados Unidos”.

Siete tramos 

Al inicio de su exposición, el Presidente indicó que se avanza en la obra del Tren Maya acorde con el programa de esta magna obra de mil 500 kilómetros de vías férreas “es como ir de la Ciudad de México a Cancún más o menos. Esa es la dimensión de la obra”.

Aunque en el plan se establecen 5 tramos, ahora mencionó siete, al dividir el último tramo que estará a cargo, además de una empresa privada, de los ingenieros militares.

“Siete tramos grandes de aproximadamente 220-250 kilómetros por tramo. Ya están trabajando cinco grandes empresas y le corresponden dos tramos y medio a los ingenieros militares”, señaló.

Reiteró que el 21 de marzo inaugurará el aeropuerto internacional Felipe Angeles y enseguida se irán los ingenieros militares a trabajar en el tramo de la zona Escárcega-Chetumal y Chetumal-Tulum. También en el tramo Tulum-Cancun, la parte norte, de Playa del Carmen a Cancún y a construir el nuevo aeropuerto de Tulum.

“Ya se están organizando, se van a crear diez grandes campamentos de aproximadamente 50 kilómetros por kilómetros, por brigada. ¿Qué lleva la obra? Pues el terraplén con las especificaciones, compactación, calidad, las obras de drenaje para que no haya inundaciones, los durmientes que deben estar bien despiertos los rieles, bromeó, hay un tramo de Mérida a Cancún; Cancún-Tulum que es de doble vía y, además, electrificado”.

Entonces, agregó, significa poner una infraestructura especial, incluye como 20 estaciones, un poco más, que tienen que estar terminadas, incluye la rehabilitación de las antiguas ciudades mayas, es trabajar en Palenque, en El Tigre, en Calakmul, Tulum, Chichén Izta, en Izamal, en Dezna, Uxmal, antiguas ciudades.

Sin letargos

El mandatario hizo énfasis en el sentido de aplicarse a fondo para lograr cumplir los tiempos programados en la obra.

“Entonces, va bien el trabajo, desde luego tenemos que aplicarnos a fondo para inaugurar el diciembre del año próximo, ya también se firmó el contrato con Alstom para los trenes.

“El primer tren nos lo van a entregar en julio del año próximo y entregarán mes con mes, a fin de que cuando inauguremos vamos a tener seis trenes, esto es en diciembre del año próximo”.

También agradeció a los trabajadores, porque sin su ayuda no se logra nada.

“Nada más en el Tren Maya deben estar laborando 30, 40 mil personas, están ocupados todos los camiones de volteo del sureste; se está ya acarreando material porque es una piedra especial en embarcaciones a Progreso a Ceiba Playa, estamos buscando otras opciones también, entonces está echado a andar todo este proceso constructivo.

“Agradecerles a trabajadores, transportistas, las empresas; cada tramo va a tener una placa: gobierno municipal, gobierno del estado, gobierno federal, pueblo de México esta obra la construyó la empresa tal, porque también así como los trabajadores son muy importantes, si la empresa se aplica, adelante”.

Había un letargo, para decirlo amablemente, añadió, “esto que tenía que ver con las empresas de la construcción, ahora ya se echaron a andar, hay avances, hay cumplimiento, hay responsabilidad y esto es lo que ayuda.

También,entre otras cosas, ha contribuido mucho el trabajo de los ingenieros militares, el ejemplo, nada de que no se puede.

“Un aeropuerto en dos años y medio de calidad, con precios bajos, ¿dónde, dónde? Entonces cuando las empresas dicen ‘no se puede’ ¿cómo que no se puede?”

Todo esto ha ayudado a que haya una dinámica de trabajo lo mismo en el Ismo, 250 kilómetros de vía férrea de Salina Cruz a Coatzacoalcos, es como un tramo del Tren Maya. Había cinco empresas y había una que se estaba quedando y dijimos ‘vamos adelante, si no se les quita el contrato” y como no hay moche, no hubo moche, no hay ningún compromiso, vámonos, no estás avanzando. Cuando hay moche no se puede”.