Melbourne, Australia. Rafael Nadal conquistó este domingo un histórico 21º título de Grand Slam al derrotar al ruso Daniil Medvedev en la final del Abierto de Australia 2-6, 6-7 (5/7), 6-4, 6-4, 7-5 en 5 horas y 24 minutos.
El español se convierte a sus 35 años en el único poseedor del récord de títulos en Grand Slam, que compartía hasta ahora con Roger Federer y Novak Djokovic.
Nadal pasa a ser asimismo el segundo jugador en la era Open, el 4º en la historia, en haber conquistado al menos dos veces cada uno de los cuatro 'Grandes'. Un éxito firmado por Djokovic el año pasado cuando conquistó el Roland Garros por segunda vez.
Sólo tres mujeres pueden presumir de más títulos de Grand Slam: Margaret Court (24), Serena Williams (23) y Steffi Graf (22).
Era una revancha
En términos de partidos ganados, el Abierto de Australia es el segundo mejor 'Grande' para Nadal (detrás de Roland Garros), pero el que menor número de títulos le había proporcionado.
Ha ganado dos (2009 y 2022) en seis finales, mientras que Djokovic ganó las 9 finales que jugó en Melbourn
Ambos tenistas jugaron en 2012 la final más larga de torneos de Grand Slam, cuando el serbio se impuso en 5 horas y 53 minutos.
Esta final en Melbourne entre Medvedev y Nadal suponía una revancha de la ganada por el tenista balear al ruso en el US Open en 2019. Con más experiencia en finales, Medvedev se llevó los dos primeros sets, pero Nadal tiró de coraje para apuntarse los tres siguientes y pasar a la posteridad.
Con 90 títulos, 21 de ellos en Grand Slam, 209 semanas como número 1 del mundo, cuatro Copas Davis y dos medallas de oro olímpicas, en individual y en dobles, Nadal tiene, a sus 35 años, un palmarés impresionante, incluso superior al de Djokovic y Federer si de los cuatro 'Grandes' se trata.
El propio Nadal valora especialmente sus dos victorias sobre la hierba de Wimbledon, en 2008 y 2010, sobre todo la primera de ellas, al término de un partido legendario ante el campeón suizo.
Aunque es sobre la tierra batida, el terreno más lento pero el más exigente para la cabeza y para las piernas, donde su arte alcanzó la perfección. Durante más de una década, de abril a junio, fue casi imbatible: 395 partidos ganados de 430 disputados, casi un 925 de victorias.
El español Rafael Nadal con la copa Norman Brookes Challenge, tras derrotar al ruso Danil Medvedev en el singles varonil del Abierto de Australia, el 30 de enero de 2022. Foto Ap
Sus coronas en París, repartidas en tres bloques, de 2005 a 2008, de 2010 a 2014 y de 2017 a 2020, fueron sus obras de arte. Nunca campeón alguno logró ganar tantas veces un mismo Grand Slam.
Tampoco nadie pudo ganar 81 partidos consecutivos en tierra batida, récord establecido entre abril de 2005 y mayo de 2007, ni cosechar 62 títulos en esa superficie.
De Mallorca al triunfo
Nacido en Manacor, la tercera localidad de la isla de Mallorca, a la que siempre ha estado muy vinculado, Nadal pasó su infancia en un inmueble que acogía a toda su familia, como un clan, aunque sus padres se separarían en 2009.
En ese entorno familiar, sus tíos tuvieron una importancia decisiva: Miguel Ángel Nadal, el futbolista del FC Barcelona, le hizo ver desde muy joven las exigencias del deporte profesional, y sobre todo Toni, su mentor desde los cuatro años hasta 2018, cuando su compatriota y amigo Carlos Moyá tomó el relevo.
Bajo la batuta de su tío, el técnico "más severo que se pueda imaginar", como dice Nadal en su autobiografía 'Rafa', sudaría sangre y lágrimas en el club de tenis ubicado justo enfrente del hogar familiar.
Según Toni, era el precio a pagar para transformar a un chico más bien tímido en una bestia de competitividad en la pista, y a la vez en un caballero dentro y fuera de ella.
Menos dotado técnicamente que Federer, el balear triunfó gracias a su mentalidad, a esa "capacidad de aceptar las dificultades y remontar la superioridad de la mayoría de rivales", dijo el tenista, pero también a su excepcional poder de concentración..
Nadal es también un deportista "que combina la resistencia extrema con la alta velocidad, como un colibrí", opinó su preparador físico.
Pero, su cuerpo ha sido a menudo su peor enemigo. Ya en 2006, pensó que estaba perdido debido a un defecto congénito en el pie que lo obligaba a usar zapatos hechos a medida. Luego, problemas en la rodilla y la muñeca lo mantuvieron alejado de las canchas por largos períodos.
Este deportista, que ha ganado más de 112 millones de euros (125 millones de dólares) sin incluir los ingresos publicitarios, se describe como una persona normal a quien le gusta pescar con sus amigos, ver partidos de fútbol -deporte que prefería antes que el tenis cuando era niño-, y pasar tiempo con su esposa Francesca, una mallorquina con quien comparte su vida desde 2005.
Rafael Nadal reclamó su 21° Grand Slam en Melbourne para superar a sus grandes rivales Roger Federer y Novak Djokovic. Vía Graphic News