Kiev. Ucrania instó este sábado a los países occidentales a la "firmeza y la vigilancia" ante Rusia, horas después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuviera la presión sobre su par ruso, Vladimir Putin, al anunciar un pequeño despliegue de tropas en Europa oriental.
Rusia ha concentrado desde fines de 2021 decenas de miles de soldados frente a Ucrania, acrecentando los temores de una invasión. Moscú niega cualquier intención de invasión, pero exige garantías para su seguridad, entre ellas el compromiso de que Ucrania, una ex república soviética, no será nunca admitida como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Estados Unidos y la OTAN se niegan a aceptar esas exigencias, pero tanto los occidentales como Rusia han dejado hasta ahora abierta la vía negociadora.
El ministro ucranio de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, destacó en una conversación telefónica con su homólogo francés Jean-Yves Le Drian "la importancia de mantenerse vigilantes y firmes en los contactos con Rusia", según un comunicado de su ministerio.
Sin embargo abogó por una "solución política y diplomática" a la crisis.
Horas antes, Biden anunció que movilizará "tropas a Europa del este y a países de la OTAN a corto plazo, no muchas". Estados Unidos ya puso en alerta a 8 mil 500 soldados para reforzar a la OTAN.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, había estimado el viernes que con más de 100 mil soldados concentrados en la frontera con Ucrania, Rusia tiene suficientes fuerzas para una invasión, pero subrayó que un conflicto entre Kiev y Moscú "no es inevitable".
"Todavía hay tiempo y espacio para la diplomacia", declaró.
Apuesta diplomática
El primer ministro británico, Boris Johnson, que debe conversar con Putin en los próximos días, se dijo "decidido a acelerar los esfuerzos diplomáticos y a fortalecer la disuasión para evitar un derramamiento de sangre en Europa", según una portavoz de Downing Street.
Se espera que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegue a Kiev el martes. "Polonia apoya a Ucrania para evitar la agresión rusa", afirmó el portavoz del gobierno polaco, Piotr Muller.
El presidente ucranio, Volodimir Zelenski, recalcó que "la probabilidad de ataque existe", pero que "no hay ninguna escalada superior a la que ya existía" el año pasado.
Durante una conversación con el presidente francés, Emmanuel Macron, el viernes, Zelenski llamó a "multiplicar las reuniones y negociaciones (...) mientras exista un clima propicio para el diálogo".
Rusia niega tener proyectos de invasión. Empero se considera amenazada por la expansión de la OTAN hacia el este en los últimos 20 años y por el apoyo que los occidentales brindan a Ucrania.
Por ello, Moscú condicionó la desescalada a que la Alianza transatlántica interrumpa su política expansionista y se repliegue militarmente a las posiciones de 1997.
Estados Unidos y la OTAN rechazaron el miércoles las principales exigencias rusas.
"Necesidad de desescalada"
En una conversación telefónica, Macron y Putin destacaron el viernes la "necesidad de una desescalada" y abogaron por continuar con el "diálogo".
"El presidente Putin no expresó ninguna intención ofensiva", subrayó la Presidencia francesa.
Tanto Europa como Estados Unidos han amenazado con aplicar duras sanciones contra Rusia si pasa a la acción en Ucrania.
Sobre la mesa estarían el gasoducto estratégico Nord Stream 2, que conecta Rusia con Alemania, o el cierre del acceso de los rusos a las transacciones en dólares.
El viernes, Washington y la Unión Europea afirmaron en una declaración conjunta que trabajan en el abastecimiento de "volúmenes adicionales de gas natural" para Europa, con el fin de enfrentar cualquier eventual consecuencia de una "nueva invasión rusa de Ucrania".
Estados Unidos reclamó que el Consejo de Seguridad de la ONU celebre una reunión el lunes sobre la "amenaza clara" que representaría Moscú para "la paz y la seguridad internacionales".
Moscú había advertido que si no se atendían sus peticiones, respondería con contundencia, pero no precisó cómo.
El viernes por la noche, la diplomacia rusa anunció que prohibía la entrada en el país de funcionarios de las fuerzas de seguridad y de órganos legislativos y ejecutivos de algunos países de la UE que son "personalmente responsables de la propagación de la política antirrusa".
Destacados legisladores rusos han sugerido que Rusia reconozca y arme a los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania. Moscú es considerado incitador de ese conflicto iniciado en 2014, tras la anexión rusa de la península de Crimea.