Ciudad de México. Esta tarde, familiares del pastor Abner López Pérez, ex director de la Sociedad Bíblica de México (SBM) presentaron una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por la forma en que fue detenido la tarde del lunes 24 de enero, y la situación en que se encuentra en el Reclusorio Norte. Además insistieron en que la denuncia por defraudación es una “venganza”.

En el escrito dirigido a Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la CNDH narran que el pasado 24 de enero alrededor de las 15 horas se presentaron en el domicilio familiar “tres personas, dos hombres y una mujer”, los cuales “pretendieron subirlo agresivamente a un automóvil, de fueron testigos parientes del religioso y varios vecinos”.

La familia del pastor de la Iglesia Nacional Presbiteriana tiene un video de los hechos, al parecer captado por cámaras de un domicilio.

“Sin ninguna identificación oficial, sin un vehículo que tuviera logotipos de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, o de otra dependencia, y sin querer mostrarnos una orden de aprehensión, supusimos que se trataba de un secuestro. Después de unos minutos de forcejeos, y ante la presión de mis vecinos, quienes solicitaron la presencia de personal de la Secretaría de Seguridad (Ciudadana), estas personas nos mostraron la orden de aprehensión que adjunto a esta queja”.

Añade que uno de las personas que ejecutaron a detención “amenazó” al hijo del pastor, diciéndole “te voy a meter un plomazo”.

En la primera audiencia, que se realizó ayer martes, el pastor de 74 años de edad, les comentó que “los custodios, por instrucciones de sus superiores le habían prohibido ponerse suéter o chamarra, y solamente le proporcionaron una camiseta”. En el texto la esposa del religioso remarca que éste se encuentra convaleciente de COVID-19, “tiene diabetes y ha padecido de presión arterial alta en la última semana, por lo que tememos una recaída en cualquier momento”.

Piden la “intervención” de la CNDH “para evitar que se sigan violando los derechos” del pastor, y “pueda enfrentar el juicio en su domicilio”, porque el ilícito que se le imputa “no está tipificado grave”.

Mañana jueves es la segunda audiencia del caso. En la primera diligencia se le informó que se le acusa de dos actos, presuntamente delictivos realizados durante su gestión: la venta de una automóvil utilitario de la SBM y la compra de un terreno que todavía posee la Sociedad.

La acusación de la SBM, encabezada por Julio Splinker, refiere que el vehículo se habría vendido en 300 mil pesos, y solo se reportó una transacción por 200 mil y la compra de un predio en cuatro millones de pesos, pero haberse reportado que la adquisición habría sido por cinco millones.

López fue director durante 15 años de la SBM, una asociación dedicada a producción, distribución y traducción de biblias. La agrupación evangélica Libertad y Dignidad, dirigida por Oscar Moha, aseguró que dichas acusaciones no tienen fundamento, son una “venganza”.

López Pérez, había entablado desde hace siete años una demanda laboral en contra de la SBM, la cual ganó. Ese recurso lo interpuso porque dicha asociación civil le quitó su pensión de “manera ilegal”.