El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el Tren Maya será inaugurado en diciembre de 2023, y precisó que el cambio de responsable de esta obra se debió a integrar un equipo que no se detenga ante nada. A las empresas constructoras, indicó, se les dará una “plaquita” en reconocimiento por terminar el trabajo en tiempo y forma.
“Necesitamos terminar estas obras y necesitamos responsables que estén comprometidos por entero, que no se detengan ante nada y que se apliquen a fondo”, dijo en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Si bien el jueves pasado habló del proyecto de poner en marcha la mega obra a finales de 2023, hoy precisó que el plan es lograr el objetivo en el último mes del año entrante.
Apenas hace unos días, el mandatario nombró a Javier May como titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), organismo responsable de coordinar la construcción del Tren Maya, en sustitución de Rogelio Jiménez Pons, quien pasó a la subsecretaría de Transporte federal.
“En diciembre del año próximo vamos a inaugurar el Tren maya, a pesar de los pesares, aunque nos pongan obstáculos, además, somos especialistas en brincar obstáculos.
“Entonces, por eso Javier y agradecemos lo que hizo Rogelio, dejó abierto el camino y ahora necesitamos más acción, ya tenemos un acuerdo con las empresas, un acuerdo de terminación y van a cumplir en tiempo, un especie de llave en mano, es decir, termina la obra y te pagamos, nada de que te vamos a andar supervisando día y noche y pidiéndote comprobantes, no, las empresas son parte del pueblo.
“Lo que vamos a poner en cada tramo es una plaquita que dice: se inauguró en diciembre de 2023, es una obra del pueblo de México y participó en la construcción la empresa fulana. Le vamos a dar un reconocimiento a las empresas”.
López Obrador dijo que “es un poco el método de trabajo para poder llevar a cabo una obra se requiere un mando y una supervisión permanente, constante, y si hablamos de la obra de transformación pues no vamos a estar considerando que son nuestros amigos o nuestros familiares o nuestros compañeros y resulta que no dan resultados, lo lamentamos mucho, nos da pena, pero por encima de todo está el interés superior, el interés del pueblo y la nación y nosotros necesitamos compromiso con la transformación o el país”.
O sea, agregó, “podemos querer mucho a una persona pero si esa persona no se aplica, no se entusiasma, no internaliza que estamos viviendo un momento estelar en la vida pública de México, un tiempo interesante, si está pensando en que es la misma vida rutinaria del gobierno que todo es ortodoxo, que todo es plano, que no importa que se pase el tiempo, pues entonces no está entendiendo que una transformación es un cambio profundo, es una revolución de las conciencias”.
Puso como ejemplo esa idea, como la base para hacer un trabajo eficiente, como ocurre en la construcción del aeropuerto internacional Felipe Angeles.
“¿Por qué se va a terminar, entre otras cosas, por qué vamos a terminar el aeropuerto Felipe Angeles el 21 de marzo porque el que está a cargo de la obra, el general Vallejo está ahí, día y noche, y nada de que llovió o no quieren los transportistas trasladar el material o se nos fue la luz o no tenemos trabajadores suficientes, nada, nada.
Esto, la transformación, es historia, no se nos va a volver a presentar a muchos (otra etapa así)”.
Política – añadió- “es hacer historia, la verdadera política, no es haber cómo me encaramo en un nuevo cargo y cómo me hago grande con la riqueza mal habida, la política es hacer historia.
“La política no es ni siquiera llegar a ser hombre de Estado, la política es llegar a ser hombre de nación, entonces, por qué vamos terminar la refinería de Dos Bocas en tres años, aunque no les guste a nuestros adversarios, porque ahí está Rocío Nahle, no se despega, no está perdiendo el tiempo.
“También la política es pensamiento y acción pero en estas circunstancias de transformación, la acción es convicción, ni modo que vamos a estar pensando todo el tiempo, si ya sabemos lo que tenemos que hacer”.