Ciudad Juárez, Chih. En Chihuahua han fallecido 17 personas por inhalación de monóxido de carbono, al intentar mitigar el frío en el primer mes de la temporada invernal; de esa cifra, siete decesos ocurrieron en Ciudad Juárez y el resto en la capital del estado.
Las muertes más recientes sucedieron en la ciudad fronteriza, la víspera. En distintos puntos perdieron la vida una pareja y otro masculino. Apenas hace cuatro días fueron tres hombres y una mujer, todos jóvenes, los que corrieron con la misma suerte.
Alertados por empleados del motel Atlantic, policías municipales llegaron a resguardar una habitación del inmueble ubicado en la avenida Manuel J. Clouthier y calle Querétaro, donde fueron hallados los cuerpos sin vida de una pareja, presuntamente por inhalación de gas.
Los fallecidos entraron a la habitación anoche cerca de las 23:00 horas y fueron hallados poco antes de las 06:00 horas, el hombre estaba tirado en la cochera al lado de la puerta de un vehículo y la mujer dentro de la unidad en el asiento del copiloto.
Al lugar llegaron paramédicos y certificaron que ya no tenían vida, después llegaron peritos de la Fiscalía del Estado y empleados del Servicio Médico Forense.
Otro caso en Ciudad Juárez fue cuando personal de bomberos y protección civil localizaron dentro de una vivienda, del fraccionamiento Pradera Dorada, el cuerpo de un hombre de 53 años, quien murió por intoxicación por monóxido de carbono.
En Juárez durante la actual temporada invernal que apenas lleva un mes han fallecido al menos siete personas por intoxicación con monóxido de carbono al utilizar calentones en malas condiciones.
En la ciudad de Chihuahua fueron 10 víctimas, cinco por hipotermia, cuatro por intoxicación por monóxido de carbono y una por intoxicación por gas.
El caso más reciente en la capital fue hace cuatro días, cuando tres hombres y una mujer fueron localizados sin vida en una vivienda de la colonia Lomas Campestre, cuyo fallecimiento fue por acumulación de monóxido de carbono.
Los cuerpos fueron encontrados sentados en sillas —al parecer estaban conviviendo—, donde quedaron luego de prender un aparato para calentar esa habitación, sin tomar la precaución de abrir 10 centímetros una ventana para renovar el oxígeno.