Puebla. Un total de 19 empleados del penal de San Miguel, incluidos directivos, fueron aprehendidos por agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) por su presunta responsabilidad en el ingreso del cadáver del bebé Tadeo, el cual fue encontrado en un bote de basura, informó la dependencia en un comunicado difundido este lunes.

Los funcionarios fueron detenidos acusados de los delitos de abuso de autoridad o incumplimiento de un deber; infracciones a las leyes y reglamentos sobre inhumaciones y exhumaciones; así como encubrimiento, indicó.

“La Fiscalía General del Estado de Puebla, continúa obteniendo resultados de la investigación que realiza ante el hallazgo del cuerpo sin vida de un menor de aproximadamente tres meses de edad en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de San Miguel en la capital poblana”, señaló.

Las detenciones ocurren a 14 días de conocerse el hallazgo del cuerpo del menor en un contenedor de residuos sólidos del penal en cuestión, el cual es el más importante de la entidad poblana.

El hallazgo ocurrió cuando un interno del penal encontró el cadáver en un contenedor de residuos en donde buscaba material reciclable.

Posteriormente, activistas y periodistas indagaron el caso, hasta que el fin de semana se conoció que el niño, de tres meses de edad, había sido robado de un panteón de la alcaldía de Iztapalapa, en la capital del país, en donde fue sepultado el cinco de enero tras fallecer por problemas intestinales.

La directora de la organización Reinserta, Saskia Niño de Rivera, fue quien el fin de semana dio a conocer que el bebé encontrado en San Miguel había sido extraído de un panteón, incluso dijo que ya tenía contacto con la familia del menor sustraído, la cual se había trasladado a Puebla para pedir a la Fiscalía ver el cuerpo y verificar su se trata del mismo.

Fue el mismo sábado, después de corroborar pruebas genéticas que el cuerpo fue entregado a la familia del menor, el cual lo trasladó de nuevo a la capital del país para sepultarlo nuevamente.