Uagadugú. El gobierno de Burkina Faso negó este domingo que el ejército haya tomado el poder pese a los intensos ruidos de disparos que se escucharon en varios cuarteles del país, incluidos tres en Uagadugú, la capital.
"Desde la 01 horas 00 de la madrugada [GMT y hora local se escucharon disparos aquí en Gounghi procedentes del campo Sangoulé Lamizana", dijo un militar de este barrio, situado en la salida oeste de Uagadugú.
La información fue confirmada por los residentes, que hablaron de "fuego cada vez más intenso".
También se escucharon disparos en otro campamento militar de Uagadugú, Baba Sy, en la periferia sur de la capital, y en la base aérea cercana al aeropuerto, dijeron fuentes militares.
Además se produjeron disparos en cuarteles de Kaya y Ouahigouya (norte), según residentes contactados por la AFP.
Los habitantes del barrio de Gounghin afirmaron que a media mañana todavía se oían disparos en el campo de Sangoulé, que alberga el Centro de Detención y Corrección de las Fuerzas Armadas (Maca).
En Sangoulé se encuentra prisionero el general Gilbert Diendéré, estrecho colaborador del expresidente Blaise Compaoré, derrocado en 2014, y que desde entonces vive en Costa de Marfil.
El general Diendéré fue condenado a 20 años de prisión por un intento de golpe de Estado en 2015 y actualmente está siendo juzgado por su presunta participación en el asesinato del expresidente Thomas Sankara, un icono panafricano, en 1987.
El gobierno del presidente Roch Marc Kaboré reaccionó rápidamente negando un intento de golpe de estado.
"La información que circula en las redes sociales tiende a sugerir una toma de poder por parte del ejército el domingo", declaró en un comunicado el portavoz del gobierno, Alkassoum Maiga.
"El gobierno, aunque reconoce la existencia de los disparos en algunos cuarteles, desmiente esta información y llama a la población a mantener la calma", añadió.
Estos movimientos en los cuarteles burkineses se producen un día después de nuevas manifestaciones de cólera de los habitantes hartos de la impotencia de las autoridades para hacer frente a la violencia yihadista que asola Burkina Faso desde 2015.