Ciudad de México. El patrón de comportamiento del consumidor se adelantó 7 años derivado de la pandemia de COVID-19, por lo que muchas más personas utilizan el ecommerce de manera recurrente para diferentes productos, haciendo que la seguridad y el tiempo de entrega sean los dos factores que ayudan a los clientes a tomar una decisión de compra.
Derivado de este boom, el transporte de carga se incrementó de manera exponencial, haciendo que este mismo moviera más del 90% de la carga doméstica del país, logrando que este segmento se volviera imprescindible para el día a día de las empresas y que voltearan a ver al arrendamiento como un aliado estratégico.
Sin embargo, en México una de las realidades del transporte de carga es la inseguridad, en el país se registran 4,500 incidentes por trimestre, por lo que se espera alcanzar 18 mil incidentes en la industria por año.
De acuerdo con el estudio de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe) señala que además de este gran reto, también esta el de la renovación del parque vehicular, el uso de opciones más limpias y planes que involucran a la tecnología como una aliada para el mejoramiento de la operación, la seguridad y las primas de seguro, mismas que conllevan un gasto fuerte para el transportista.
Aunque, el tema de insumos como microchips, faldones y frenos hace que no se pueda hacer frente a la demanda cada vez más creciente de vehículos. Pero que de resolverse se espera un cierre del año 2022 de 22 mil unidades de carga arrendadas, lo que representa un crecimiento conservador del 7%.
Para 2022 los esquemas de arrendamiento serán mucho más comunes, incluso, el mercado esta fluctuando a tener plazos más largos. Confirmado por la tendencia de crecimiento del 5% que se mantuvo del Q2 del 2021 al Q3 de ese mismo año.