Ciudad de México. La Arquidiócesis de México realizó, por segundo año consecutivo, su peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe con “modificaciones” debido al Covid-19, y ahora en el contexto del alza del contagios originado por la variante ómicron.
Antes de la misa los fieles rezaron el Rosario, ofrecido por los “más afectados de la pandemia” y el “personal médico”, entre otros.
Este sábado 15 de enero la actividad se realizó con un reducido número de participantes en representación de las siete zonas territoriales de la demarcación religiosa, y no hubo la tradicional caminata desde la ex Glorieta de Peralvillo al santuario mariano.
Igual que en 2021 se transmitió vía redes. Esta romería es la que abre el ciclo de todas las peregrinaciones hacia la basílica (son alrededor de 90 al año), y siempre reunía a miles de feligreses. Tan solo en la 2019 el semanario religioso Desde la Fe, reportó una asistencia cercana a las “28 mil” personas.
Este año, durante la transmisión se llamó a “ser fuertes ante las adversidades; las sombras y nubarrones que se ciñen sobre sobre nuestras familias y sobre cada persona”. Así mismo, se destacó que “ante la pandemia el papa Francisco ha señalado que solo podemos salir de esta situación juntos como humanidad entera, por eso en esta peregrinación al Tepeyeac queremos renovar nuestra sinodalidad”.
El lema de la caminata religiosa fue Sigamos a Jesús guiados por el Espíritu Santo, bajo el amparo de María de Guadalupe, a fin de expresar gratitud a la guadalupana “y poner en sus manos los proyectos pastorales del 2022”.
“La peregrinación se realizó con una presencia simbólica de fieles, representantes de las siete vicarías episcopales de la Arquidiócesis de México. Esto debido al repunte de casos por la variante Omicrón de Covid-19 en todo el mundo”.
El arzobispo de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, acompañado de los cinco obispos auxiliares e integrantes del Cabildo Guadalupano y del Cabildo Catedralicio, recibió a los peregrinos en la entrada del Atrio de las Américas, y posteriormente caminaron hasta el santuario.
“Al frente de la procesión iba el Cristo del Atentado, cruz que en 1921 recibió el impacto de la onda expansiva provocada por una bomba oculta en un arreglo floral, con la que se buscaba destruir la Sagrada Imagen de la Virgen de Guadalupe”.
Aguiar cuestionó “¿qué hacemos como Iglesia, como Arquidiócesis para salir en ayuda de nuestros hermanos más necesitado?” y reconoció que “somos muchos los que deseamos y, en efecto, damos ayuda al prójimo (...) sin embargo no es suficiente”.
Llamó a todos los miembros de la Iglesia a promover dos objetivos: “fortalecer la convicción de discípulos de Jesucristo, y ofrecer disponibilidad de colaborar de alguna forma” y “establecer instancias de servicio y coordinación para la operatividad de una vivencia de la fraternidad, de la solidaridad y de la caridad”.
El Arzobispo aprovechó la oportunidad para recordar que del 14 de noviembre de 2021 al 20 de noviembre de 2022 se celebra un Año Jubilar en la Basílica de Guadalupe con motivo del centenario del atentado a la imagen referida anteriormente.
“Durante este tiempo, los fieles que pasen por la puerta santa de la Basílica de Guadalupe, y cumpliendo las condiciones habituales -confesión sacramental, comunión en misa, hacer una obra de caridad y orar por las intenciones del papa- podrán recibir la indulgencia plenaria”, otorgada por el pontífice.
Miles de fieles participaron también en la peregrinación anual a través de la transmisión en vivo en las redes sociales de la Basílica de Guadalupe, Desde la fe y la Arquidiócesis Primada de México y decenas de parroquias.