La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se mudó del edificio de camino al Ajusco, donde operó desde hace al menos dos décadas, a la colonia del Valle, donde aún no hay Internet, luz y no hay ventilación natural, señalaron trabajadores y expresaron su preocupación porque ante la actual ola de Covid-19 hay dos trabajadores que dieron positivo.
La dependencia, encabezada por Blanca Mendoza, informó que a partir del 3 de enero operaría en las nuevas instalaciones, pero los trabajadores dijeron que sólo hay cajas de cartón y sillas, y además no hay señalamientos de protección civil.
La Profepa es un organismo adscrito a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, encargada de “procurar la justicia ambiental mediante la aplicación y cumplimiento efectivo, eficiente, expedito y transparente de la legislación ambiental federal vigente a través de la atención a la denuncia popular y mediante acciones de inspección, verificación, vigilancia y uso de instrumentos voluntarios”.