La Habana. Seis meses después de las sorpresivas protestas contra el gobierno cubano, activistas y familiares de personas encarceladas informaron que esta semana se enjuiciará a 57 manifestantes que podrían ser condenados a penas de hasta 30 años de prisión por sedición.
La decisión de las autoridades de procesar a los participantes de las movilizaciones del 11 y 12 de julio -que dejaron un muerto y comercios y vehículos destruidos-, fue criticada por otros países y por opositores.
Aunque nunca se dio una cifra oficial de detenidos, en agosto funcionarios del Tribunal Supremo Popular indicaron que se habían realizado 23 juicios sumarios a 67 acusados de cargos menores -como desorden público- y aseguraron que seguirían las investigaciones.
Desde entonces a la fecha se formalizaron procesos ordinarios para las acusaciones más graves como sedición, explicó a The Associated Press Salomé García, una de las integrantes de Justicia 11J, una agrupación con miembros en Cuba y en el extranjero que hace un relevamiento sistemático de los detenidos y un seguimiento de las familias.
Desde julio la organización contabilizó mil 334 encarcelamientos, fueron sentenciadas 223 personas en juicios ordinarios y hay otros 231 ciudadanos con peticiones fiscales que esperan su día en la corte. Unos 98 fueron multados y nueve sobreseídos.
Entre los detenidos, dijo la agrupación, hay 48 menores de 18 años -la edad para la responsabilidad jurídica en la isla es de 16-, de los cuales varios fueron posteriormente liberados.
Para esta semana los tres juicios colectivos fueron programados en igual cantidad de ciudades del país, constató AP en conversaciones con familiares de los presos: Santa Clara con 16 acusados, La Habana con 20 y Holguín con 21. Aunque se desconoce la profesión de algunos de ellos, entre los manifestantes hay artistas, obreros, una empleada estatal, trabajadores independientes y estudiantes.