El presidente Andrés Manuel López Obrador expuso que su movimiento de transformación implicó una “sacudida, una zarandeada” en el servicio público, pues “no puede haber una cosa que no produzca más satisfacción que llevar a la práctica el amor al pueblo.”
Al ordenar al secretario de Gobernación, Adán Augusto López; de Economía, Tatiana Clouthier; y, la consejera jurídica de la presidencia, María Esthela Ríos, que inicie la regularización de los autos chocolate, el mandatario subrayó su postura en torno a los servidores públicos:
“Hay que tener convicciones, vivir entusiasmados con lo que estamos haciendo, con lo que se está logrando, con obtener resultados. No son cargos, son encargos, no es una cuestión jerárquica, no es que me va a tocar a mi. No es nada más la paga, son las convicciones. ¿Porqué triunfan las guerrillas si son menos que el Ejército regular? ¿Porqué triunfaron los revolucionarios? Por una causa.”
El tabasqueño apuntó que “si no hay una sacudida, una zarandeada, todo sigue igual. No nos estaríamos levantando tan temprano, ni trabajando sábados y domingos. Todos estos servidores públicos son de primera Adán, Tatiana, María Esthela, y ya es para que se estuvieran regularizando los autos.”
También se le cuestionó por supuestos señalamientos de desvíos millonarios de servidores públicos en el gobierno de Claudia Pavlovich en Sonora, y la versión de que ella irá a Barcelona como cónsul de México en el puerto Mediterráneo.
López Obrador replicó así, “no se puede juzgar a nadie si no hay denuncias, si no hay elementos. No podemos nosotros descalificar a la gobernadora. No se puede hacer un juicio sumario. Tenemos que ver si hay elementos. Tiene que haber pruebas”.