Ciudad de México. Un Tribunal Colegiado le negó el amparo a Felipe Flores Velázquez, ex secretario de Seguridad Pública del municipio de Iguala, Guerrero, contra el auto de formal prisión dictado en su contra por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio calificado en grado de tentativa en agravio de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero y de los integrantes del club de futbol “Los Avispones”, quienes fueron atacados por elementos de la policía en septiembre de 2014.
Es pieza fundamental en lo ocurrido con los normalistas, ya que además de ser primo del ex alcalde José Luis Abarca Velázquez, en la actualidad preso en el Centro Federal de Readaptación Social no. 1 Almoloya, El Altiplano, estado de México, supuestamente era enlace principal entre éste, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa y mandos de Guerreros Unidos, y conoció de primera mano lo que sucedió la noche del 26 de septiembre y las órdenes que dio Abarca.
En su demanda Flores Velázquez señaló que los únicos indicios que existen en su contra son las declaraciones de Uzziel Peralta Rodríguez y Francisco Narciso Campo, subdirector y supervisor de Tránsito del Municipio de Iguala, Guerrero, respectivamente, quienes aseveraron que dio la orden de que detuvieran a los estudiantes “a como diera lugar”, los que considera ineficaces para acreditar su probable responsabilidad.
Agregó que no puede atribuírsele el homicidio calificado en grado de tentativa, por el solo hecho de que por radiofrecuencia hubiere ordenado que se detuviera a los estudiantes de la escuela Normal Ayotzinapa, dado que en su calidad de Secretario de Seguridad Pública esta instrucción era en razón a los actos propios de sus funciones,No obstante, el tribunal colegiado consideró los argumentos de Flores Velázquez como infundados y confirmó el fallo de un Tribunal Unitario, el cual apuntó que la expresión de que se detenga a los estudiantes “a como diera lugar” significó autorización para el uso de la fuerza letal para que los normalistas no se siguieran desplazando en autobuses por Iguala aquella noche de septiembre.